Secciones
Servicios
Destacamos
Los Ciruelos. Hermosa calle a poniente de la ciudad. Me recuerda un quesiqué de infancia, pronunciado por una señora, nada beata, que iba a la ... santa iglesia parroquial de San Cayetano y se negaba a pedir caridad al santo patrón de la localidad por bien fundadas razones que no se privaba de manifestar en público: «San Cayetano bendito / hijo de mi ciruelar / que del pesebre de mi burro / eres hermano carnal. / Quien te conoció ciruelo / y de tus ciruelas comí / los milagros que tú hagas / que me los cuenten a mí».
Obviamente las ciruelas no eran buenas. En absoluto. La madera del ciruelo, sí. El tronco dio para una talla del santo. Y los restos, sirvieron para formar el pesebre del burro de la descreída señora que cuando alguien llegaba a su casa pidiendo para la capa del cura respondía que sí, con una condición: «Que la que le capaba era ella».
España gana mucho en los repentes. Por El Alisal, la calle de Los Ciruelos hace esquina con la de Los Acebos. No confundir con los Acebedos. El acebo tiene su altar mayor en el poema 'En un bastón de acebo que traía', de Gutierre de Cetina, que glosa un amor imposible, el desamor: «Por sostener el cuerpo trabajado, Vandalio de su mano había entallado / la imagen que en el alma poseía. / Y como que presente la tenía / mirando de ella el natural traslado / envuelto en un suspiro apasionado / con lágrimas llorando le decía: «Dórida, si mirando esta figura / siento el alma encender, siento abrasarme, / Si así puedes ver tu hermosura / piensa qué será ver tu hermosura / di cuándo acabará mi desventura. / Mas no querrás hablar por no hablarme». Altamar del amor no correspondido. Qué dolor. Amar, sin ser amado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Rescatados ilesos dos montañeros tras pasar la noche a la intemperie en Gredos
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.