Borrar

Los Ciruelos. Hermosa calle a poniente de la ciudad. Me recuerda un quesiqué de infancia, pronunciado por una señora, nada beata, que iba a la ... santa iglesia parroquial de San Cayetano y se negaba a pedir caridad al santo patrón de la localidad por bien fundadas razones que no se privaba de manifestar en público: «San Cayetano bendito / hijo de mi ciruelar / que del pesebre de mi burro / eres hermano carnal. / Quien te conoció ciruelo / y de tus ciruelas comí / los milagros que tú hagas / que me los cuenten a mí».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Dos calles del Alisal