Algo está cambiando

Pero sí, algo está cambiando. Hasta el punto de que nuestros futurólogos de cabecera ya vaticinan el fin del uso de las mascarillas en el exterior para «julio o incluso antes». Miedo me da teniendo en cuenta la dudosa fiabilidad de la que vienen precedidos. Aunque nada que ver con el mareo al que nos han sometido con los límites horarios de la hostelería y del ocio nocturno: que sí, que no, que sí, que no... Que no finalmente. Así que ya podemos cenar sin prisa y luego, si se tercia, ir a 'no-bailar' a las discotecas hasta las seis de la mañana. Por cierto, tengo curiosidad si esto último es compatible con el ser humano, pero bueno, habrá que intentarlo si no me duermo antes. De todas formas quizá sea mejor que espere a la llamada de mi amigo el robot porque en una de estas me sorprende como a la alcaldesa, en plena rueda de prensa. ¡Qué grande eres, 'Jano'!

Que sí, que estamos mejor. Hay quien ya está en 'modo vacaciones', aunque lo suyo sería pensar primero en las vacunaciones, por ese orden. Para quienes no opinen lo mismo, aquí tienen a nuestro Gobierno, acogedor, dispuesto a vacunar a los turistas siempre que el Ministerio compense las dosis. Todo lo contrario que nuestros vecinos del Este: allá cuidados a los que den prioridad a las vacaciones por encima de la vacunación, vienen a decir. Pues les voy a dar la razón.