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Las ciudades medias son el nodo de articulación del territorio que permiten el mantenimiento de relaciones entre territorios y la funcionalidad de los aspectos económicos, sociales, laborales o de infraestructuras. Ciudades medias industriales como Torrelavega han desarrollado un espacio económico basado en el comercio minorista, ... la aparición de empresas auxiliares, creación de espacios de movilidad y diversificación de usos.
A lo largo de la historia, el desarrollo industrial ha generado un efecto que ha atraído efectivos demográficos de otros territorios, el aumento de empleos, el aumento de la productividad y el desarrollo urbanístico.
En el norte de España el sector industrial ha jugado un papel decisivo, pero las distintas vicisitudes económicas y de gestión han llevado a un proceso de desindustrialización de la ciudad media industrial, decreciendo en su esfera económica, demográfica o urbana, dando comienzo a un proceso de 'decrecimiento urbano' o 'shrinking city'.
Actualmente, los periodos de crisis económicas concatenadas, el proceso de globalización, los movimientos sociales y los nuevos hábitos de vida han hecho que las ciudades medias industriales experimenten una nueva etapa en su ciclo de vida, denominado 'decrecimiento urbano'.
Torrelavega es un claro ejemplo de este proceso de decrecimiento urbano. Principal ciudad industrial de Cantabria, experimentó desde comienzos del siglo XX la instalación de empresas de carácter industrial que propiciaron el desarrollo, no solo industrial, sino también urbano, demográfico y económico.
Hablamos de un municipio que vivió su época dorada entre los años 80 y 90 del siglo XX, que sitúa el inicio de su decrecimiento a finales de los 90, ligado a los problemas industriales de Sniace, con un agravamiento de su situación complicándose la situación a partir de 2008, como consecuencia de la recesión económica que hizo que el proceso de decrecimiento se agudizase con el cierre de dicha empresa y el consecuente abandono de la población joven y adulta a otros puntos del territorio o a municipios limítrofes. El desarrollo de infraestructuras de transporte como la A-67 y la A-8 han permitido el desarrollo demográfico entorno a estas dos vías de comunicación, creando una periferia con oportunidades (fundamentalmente de vivienda), con una mejor comunicación y lejos del centro urbano de Torrelavega, que presenta pocos incentivos para conseguir su fortalecimiento.
La solución a los diferentes problemas de la ciudad: económicos, empresariales, demográficos… pasa por la búsqueda de estrategias de intervención para la reversión industrial de ciudades en declive que, como Torrelavega, han experimentado un decrecimiento urbano desde finales del siglo XX, para conseguir de nuevo un crecimiento industrial, socioeconómico y ambiental ajustado a las nuevas condiciones y retos en el sistema global. Estrategias que requieren de la intervención de todos los agentes sociales y de órganos representativos de la empresa y nexo con la administración, como Cámara Torrelavega, como institución impulsora de la regeneración del tejido económico y de la creación de empleo
Estos fenómenos se han agudizado en diferentes sectores de las ciudades medias, como el comercio y especialmente en el sector industrial, dejando espacios abandonados, conocidos como 'espacios brownfield', que en el caso de Torrelavega todos conocemos. Un ejemplo, los terrenos que ocupa la antigua Sniace. Estos espacios presentan diferentes aspectos y condiciones de potencialidad, que son esenciales para conseguir revertir la actual situación de decrecimiento urbano. Es necesario saber valorar sus potencialidades e inconvenientes para plantear nuevos retos, cruciales para el futuro de la economía, de la sociedad y del medio ambiente y aquí juegan un papel determinante instituciones como Cámara Torrelavega para defender los intereses generales del comercio, la industria y los servicios.
Los 'espacios brownfield' son valores seguros para proseguir el nuevo avance económico, social y ambiental que se dibuja en el nuevo horizonte. Para conseguirlo se deberán adaptar a las nuevas realidades en las que se enmarquen en el territorio de estudio, pero siempre garantizando que este proceso de regeneración, no se plantee de manera unilateral, sino que cuente con el apoyo de la ciudadanía y de instituciones como las cámaras, donde se abran diferentes mesas de diálogo para todo el espectro social, económico y ambiental. Solo así se conseguirá un proceso de regeneración totalmente integrado que se vea reflejado en todos los sectores que integran la realidad de un territorio.
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