Borrar

La idea que motivó su invención fue conseguir un vehículo terrestre a partir de la obtención de la fuerza propulsora del movimiento de un motor ... propio. En el imaginario decimonónico fue conocido como 'carro sin caballos'; en definitiva: un vehículo sin animales de tiro. Durante todo el siglo XVII los progresos fueron muy lentos, bien que muy esperanzadores. De aquel tiempo destaca la invención por Newton, hacia 1680, de un vehículo de reacción con la caldera entre las cuatro ruedas. Ya en el XVIII, se impuso por su sencillez el 'fadier', que Cougnot presentó en 1770, con motor de dos cilindros alimentado por vapor, producido por la caldera frontal, cuyo humo alcanzaba al conductor y a los viajeros. Con todo, la verdadera eclosión de la automoción tuvo lugar a partir de la mitad del siglo XIX, cuando en Londres comenzaron a circular vehículos de pasajeros movidos por vapor.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El carro sin caballos