Cien años de 'Real' para el Racing
MI SAQUE DE ESQUINA ·
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A pesar de ese título, ningun rey ha estado en este siglo en el palco de los Campos de SportCon la que está cayendo, no será cuestión de sacar pecho por esa distinción honorífica que algunos equipos, entre ellos el Racing, lucen con el título de 'real' y que se concede por la gracia del monarca de turno. Pero este año, el Racing ... ha cumplido cien años desde que se permitiera al club tal denominación, hecho que se produjo con circunstancias nada comunes al procedimiento seguido por el resto de los equipos de entonces.
La primera curiosidad, de la que deriva el resto de ellas, es que no hay una autorización escrita que acredite tal concesión, como ocurrió, por ejemplo, con el título del Real Santander (1910) o de la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega (1923).
La idea de comenzar a gestionar la petición del título de 'real' por parte del Racing surgió como consecuencia de la toma de posesión como presidente del club de Emilio Arri y de la coincidencia de celebrarse en los Campos de Sport un festival en beneficio del aviador Joaquín Cayón al que asistió la reina Victoria Eugenia con su hijo, el Príncipe de Asturias. Era la primera vez que la reina asistía a un partido de fútbol en Santander, lo que inspiraría a los directivos racinguistas a solicitar dicho título. El 18 de agosto de 1921, la junta directiva del Racing ya acordaba que se hicieran gestiones para obtener el título de Real y semanas después, concretamente el 4 de septiembre, de nuevo la reina y el príncipe Don Alfonso, asistieron a otro partido en los Campos de Sport, en este caso benéfico para las familias de los miles de militares caídos en África, en el desastre de Annual. Es en este encuentro a favor de las víctimas de la guerra cuando las gestiones racinguistas para obtener el título prosperarían notablemente, porque días después, la junta directiva, reunida el 8 de septiembre, procedió a llevar a cabo uno de los requisitos que culminaban el proceso, el de nombrar presidente honorario del Racing al Príncipe de Asturias. Generalmente, la presidencia honoraria se destinaba al rey, pero en este caso la presencia del joven don Alfonso en la tribuna de los Campos de Sport fue el motivo para que la distinción racinguista se dirigiera al heredero de la Corona.
Repasando el procedimiento de concesión del título a otros equipos, el ofrecimiento o la aceptación de la presidencia honoraria solía implicar la concesión mediante una carta de la Mayordomía de Su Majestad, algo que no sucedió con el Racing Club, ya que, según testimonio de racinguistas de la época, se concedió de viva voz, debido al convencimiento de que aquel título ya lo tenía el Racing heredado de la supuesta fusión con el Real Santander, cosa que no llegó a producirse. Además, el 17 de mayo de 1921, Alfonso XIII había nombrado Mayordomo de Semana a Gabriel María Pombo Ybarra, hermano del anterior presidente racinguista, que solía jugar al tenis con el monarca, lo que de alguna manera facilitó todo el proceso de concesión.
Aunque lo lógico es que se hubiera comenzado a utilizar el 'real' para referirse al Racing a partir de 1921, lo cierto es que ni la prensa, ni las juntas directivas, ni el propio membrete de los oficios del club lo hicieron hasta que llegó la concesión del título a la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega. El 12 de marzo de 1923, justo al lado de la noticia que anunciaba la 'alta distinción' al club torrelaveguense, se informaba del sorteo de fechas del Campeonato Regional de Cantabria «entre los representantes del Real Racing Club, Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega y Unión Montañesa». Resulta curioso que los cronistas santanderinos, tras aletargar el título en la costumbre de denominar Racing al equipo, recobran la memoria gracias al reconocimiento gimnástico. El retraso para habituarse a la nueva denominación es más prolongado a la hora de cambiar el viejo sello del club por el escudo en las comunicaciones oficiales. El nuevo, con la corona real y el balón rodeado con las palabras 'Real Racing Club Santander', aparece el 23 de julio de 1925.
Tras cien años con la denominación de Real Racing Club, el conjunto cántabro, que tuvo su máximo esplendor deportivo durante la Segunda República, no ha tenido mucha atención de la monarquía. Ningún rey ha asistido al palco de El Sardinero. No lo hizo Alfonso XIII en los años en los que veraneó en el Palacio de la Magdalena. Tampoco Juan Carlos I, que sólo asistió como príncipe a la inauguración del torneo que se celebró en su honor en 1971, y mucho menos lo ha hecho el actual, Felipe VI, que dejó escapar la oportunidad de amnistiar al equipo de su indecoroso castigo tras el famoso plante ante la Real Sociedad, precisamente en la Copa del Rey cuya edición coincidía con su proclamación como Jefe del Estado. Triste balance para celebrar cien años de 'Real' Racing Club.
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