Ciudadanos, último intento contra pronóstico
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ANÁLISIS ·
El partido naranja se encomienda a una estrategia de emergencia para sobrevivir en la política nacional y regional, o al menos para conservar alguna presencia municipalEn el historial de Ciudadanos figura marcada a fuego la fecha fatídica del 10 de noviembre de 2019, la de aquellas generales en la que ... los 57 escaños logrados apenas seis meses antes se quedaron en 10. Albert Rivera pagó con el retiro político aquel fracaso que ha tenido sucesivas réplicas desde entonces. En las autonómicas de Madrid, mayo de 2021, con el 'tsunami' de Isabel Díaz Ayuso, Ciudadanos perdió a sus 26 diputados. En las de Castilla y León de febrero pasado las 12 actas naranjas se quedaron en una. Ahora, para las andaluzas de junio, los sondeos más amables les conceden dos escaños de los 21 que tienen. Con tan fúnebres antecedentes, Ciudadanos Cantabria está a la expectativa de las directrices de la cúpula nacional del partido sobre los comicios regionales del año que viene, un último intento de supervivencia, contra todo pronóstico, para conservar alguno de los tres escaños que tienen en el Parlamento regional o al menos mantener una cierta presencia municipal.
Con la convocatoria de las elecciones andaluzas se ha desatado en Ciudadanos la desbandada, ya constatada en otros territorios con las variantes habituales: fichajes de dirigentes por otros partidos, mociones de censura oportunistas, plataformas independientes para buscarse un lugar al sol en la política nacional... Y mientras tanto, en la cúpula nacional del partido intentan promover una estrategia de supervivencia para mantener un espacio de centro liberal basado en el municipalismo y en la imagen política del reelegido presidente francés Emmanuel Macron. O sea, el líder que Albert Rivera prometía y que no llegó a ser. Tampoco Inés Arrimadas, la heroína que ganó las elecciones catalanas en diciembre de 2017, y que después ha ido perdiendo gran parte de su crédito, también en Cantabria, por cierto.
En la cumbre de emergencia que Ciudadanos ha celebrado en Madrid ha estado, naturalmente, el líder del partido en Cantabria, Félix Álvarez, que ha vuelto infectado del coronavirus, por lo que se encuentra convaleciente estos días. Álvarez tendrá que decidir en algún momento, seguramente después del verano, si se anima a portar nuevamente el estandarte electoral en mayo de 2023, cuando esté a punto de cumplir siete años desde que abrió un paréntesis en su carrera de actor y showman televisivo para encabezar la candidatura al Congreso por Cantabria en las elecciones generales de junio de 2016.
En Santander, el portavoz municipal de Ciudadanos, Javier Ceruti, ha sugerido que está dispuesto a repetir candidatura en los comicios de la primavera próxima. Con una envidiable presencia de ánimo dada la deriva lúgubre de las siglas, Ceruti aventura que su partido mejorará los resultados de 2019 (casi 8.000 votos, el 8,8% y dos concejales), gracias a su labor política en esta legislatura, una alianza de gobierno frecuentemente crítica e insatisfecha con el PP de la alcaldesa Gema Igual.
A la espera de los comicios andaluces, la última prueba de fuego, y de las instrucciones de Madrid, Ciudadanos Cantabria tendrá que organizar las primarias, la vez anterior se celebraron al inicio del año electoral, y preparar la cita con las urnas. En 2019 el partido presentó candidaturas en 48 municipios y obtuvo representación en 24.
La vida interna de Ciudadanos Cantabria ha sido más convulsa en sus primeros años de crecimiento, desde que surgió como una escisión de UPyD, y en los sucesivos conflictos, incluida la fractura entre sus dos diputados regionales, cuando ha cogobernado en Santander con los alcaldes del PP Íñigo de la Serna y Gema Igual y cuando sus votos fueron trascendentales para aprobar los Presupuestos regionales del Gobierno PRC/PSOE de Revilla dos veces en la legislatura 2015-2019. En la actualidad no hay grandes peleas internas, acaso sea la paz de los cementerios.
De momento, la afiliación de Ciudadanos Cantabria se mantiene por encima de la media nacional y no ha habido deserciones ruidosas, ni hacia el PP, que sería el destino natural mayoritario, ni hacia Vox. Los que sólo querían un cargo y un sueldo, y no lo han conseguido, ya se han ido, ironizan en la dirección del partido.
El nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, dice con algo de malicia que no le interesa demasiado fichar cargos de Ciudadanos, que lo que quiere son sus votos. Eso también lo piensa el PP de Cantabria, de no ser que alguno de los dirigentes naranjas garanticen también papeletas en el mercado de las urnas. Podría ser el caso del único alcalde de Ciudadanos, Javier Fernández Soberón (El Astillero), pero su cercanía a Ignacio Diego complica las cosas. Las especulaciones no cesan, incluso las que aventuran una candidatura independiente como las que otros alcaldes que rompieron con el PP lideraron con éxito en municipios pequeños como Enrique Bretones en Alfoz de Lloredo o Lorenzo González en Valdáliga, pero en Ciudadanos no tienen motivos para creer que el joven regidor astillerense deje de lucir el color naranja en los próximos comicios.
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