Cofradía de los cocidos de Cantabria
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Como los cofrades de la referida sigan pegándole al cocido van a acabar poniéndolo por las nubes. Para la próxima comilona cocidera que tengan, les ... aporto dos alusiones de Estrañi por si tienen a bien imprimirlas en las servilletas de papel y baberos de pechera.
1879. Vísperas de Santiago. Vasos en alto, todos a una, voz atenorada. Pacotilla: «Buena semana va a ser la entrante; / toros, regatas, fuegos, calor, / bailes, teatro, música, títeres / y en la Alameda mucho farol! / El veinticinco, que será viernes, va a inaugurarse la exposición / y habrá discursos y concejales / y la etiqueta que es de rigor. / ¡Viva la gracia, viva el jaleo, / viva el barullo, viva el arroz, / viva el salitre, viva el cocido / y la modistas con pantalón!».
1883. Octubre en declive. Cara de póquer. Pacotilla: «Dese hoy en adelante, la carne que salga del matadero llevará un sello estampado con tinta especial. Esta tinta -según dice el señor alcalde- no contendrá partículas nocivas. ¡Vamos, será una especie de salsa de tomate! Ya estoy deseando que llegue la hora de comer, para ver cómo sale del puchero el sello de la carne que me pongan en el cocido. Supongo yo que será un sello en debida forma; es decir, con su alegoría correspondiente, además de las inscripciones necesarias. ¿Qué figura habrán esculpido en el sello? / Lo procedente y lo justo / lo propio y lo natural / es que el sello lleve el busto / del alcalde accidental!».
El sello del matadero que luce en rojo la costilla o la coja de cordero del cocido inspira chirigotas. Buen cocido en la mesa que no falte, con tintorro a mansalva y buen humor. Salut, y lo que sigue. Que callado está dicho. Y es machista.
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