Combinaciones de poder
Análisis ·
El Parlamento cierra el año con los Presupuestos y abre la puerta a la campaña electoral del 26-M con múltiples incertidumbres y alianzas posiblesSecciones
Servicios
Destacamos
Análisis ·
El Parlamento cierra el año con los Presupuestos y abre la puerta a la campaña electoral del 26-M con múltiples incertidumbres y alianzas posiblesEl Parlamento ha dado esta semana el carpetazo al año político y casi también a la legislatura con la aprobación de los Presupuestos 2019. Lo que le queda a la Cámara, tras las vacaciones de invierno hasta primeros de febrero, es servir como ... caja de resonancia de la campaña electoral del 26-M, una cita que se presenta más incierta y con más posibles combinaciones para hacerse con el poder que nunca. El Gobierno PRC/PSOE ha hecho el enésimo alarde de cintura política, porque no resulta fácil ni frecuente haber podido elegir entre tres pretendientes para sacar adelante las últimas cuentas del cuatrienio. No es la cohesión interna entre los socios, ni su gestión brillante, los distintivos de este Ejecutivo en minoría sino su capacidad para hacerse con el voto que les ha faltado en la Cámara a lo largo de toda la legislatura. Incluso a sólo cinco meses de las urnas.
Ahora, cada mochuelo a su olivo electoral. Para empezar, lo más básico, la designación de candidatos que todavía no tienen PP, Ciudadanos, Podemos o el emergente Vox. En esas condiciones, el PRC, cree que le va a alcanzar para ganar las elecciones, con la unidad de un partido bien implantado y con el eterno liderazgo de Revilla, dos fortalezas que niega a todos sus rivales. El PRC se ha sabido favorito, al menos hasta que empezó a rondar la posibilidad de que Pedro Sánchez armase el 'superdomingo' del 26-M, con elecciones generales anticipadas, autonómicas, municipales y europeas. Hasta Revilla ha admitido públicamente que le disgusta la idea de que la política nacional pueda contaminar toda la jornada electoral y reste visibilidad al regionalismo.
Por esa misma razón a los socialistas cántabros les atraía el 'superdomingo' de mayo, aunque Pablo Zuloaga ya no cree probable el adelanto electoral, ahora que Sánchez podrá sacar adelante los Presupuestos del Estado con el apoyo de los grupos que le llevaron a La Moncloa. Con todo, a los socialistas de toda España no les llega la camisa al cuerpo desde las elecciones andaluzas. La consigna oficialista atribuye todo el descalabro al desgaste de Susana Díaz, pero en el viejo PSOE algunos barones y muchos militantes creen que al menos la mitad de la culpa viene de las concesiones de Sánchez al independentismo catalán. A su juicio, el PSOE tendrá que pagar otra cara factura el 26-M si no se produce un drástico cambio de rumbo que, desde luego, no se ha visto, sino todo lo contrario, en la claudicante 'cumbre bilateral' de Barcelona.
En Cantabria, el PSOE, en un momento difícil por los casos de Luisa Real, Juan José Sota y Pedro Casares, puede crecer a costa de Podemos, precisamente el socio que quería para los Presupuestos, aunque ha tenido que aceptar a Ciudadanos, los nuevos amigos de Revilla, que se han llevado muchos votos socialistas por el centro en Andalucía y que amenaza con hacer lo propio el 26-M en las demás comunidades. El PSOE no tiene otra expectativa de poder que la vieja y tambaleante coalición con el PRC vigente en tres de las últimas cuatro legislaturas. Ciudadanos, en su constante tacticismo, aspira a ser el perejil de todas las salsas y hacerse con la llave de la gobernabilidad en las principales instituciones políticas de uno u otro signo.
También el PP maneja una filosofía posibilista, dadas las difíciles circunstancias. Seguramente firmaría ahora mismo los 10 escaños que le concede por lo bajo su propia encuesta, tres menos de los que tiene actualmente. Después de acusar en los últimos años el empuje de Ciudadanos, ahora tiene que hacer frente a la ofensiva de Vox. Los populares están dispuestos a defender primero el primer puesto del escalafón frente al PRC y a explorar a continuación todos los caminos para no quedarse a la intemperie. Hasta el acuerdo con el regionalismo les parece factible, si Revilla no resulta un obstáculo insalvable, pero no es la única opción. El seísmo andaluz, la mayoría de derechas de PP, Ciudadanos y Vox que ya reproducen los sondeos de elecciones generales, también puede darse en Cantabria. La teoría es verosímil, aunque resulta un poco forzada, porque aunque salgan las cuentas, ya se han constatado las distancias que el partido de Albert Rivera quiere guardar con el de Santiago Abascal. Mientras tanto, Podemos no pierde ocasión de escenificar, en los tribunales, en los medios, también con sus numeritos en la Cámara, la grave crisis interna que puede dejarle sin representación parlamentaria en los comicios de mayo. A estas alturas, IU tiene todo el derecho a preguntarse si le conviene la confluencia con un partido en franca descomposición. Para colmo de males, algunos disidentes de Podemos de primera hora se han integrado en un cantabrismo de izquierda radical que podría animarse a competir en las urnas. Con toda seguridad no serán una muchedumbre, aunque quizá si los suficientes para hacerle un poco más de daño al partido morado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.