Secciones
Servicios
Destacamos
El director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, reconocía en una reciente entrevista que a la vista de la tendencia en la infección estamos en las puertas de la octava onda epidémica de covid. De hecho, afirmaba que la variante BA.5 en Cantabria «está ... arrasando» y que es altamente infecciosa.
Aquí, como en otras ocasiones, (y no gracias precisamente a la gestión «salvavidas» de los señores Revilla y Zuloaga) de momento el impacto hospitalario es comedido, pero cuando veas las barbas de tu vecino afeitar... Y es que en otras comunidades de España la situación empieza a complicarse y, de hecho, algunas vuelven a recomendar el uso de mascarilla en lugares cerrados y aglomeraciones y no solo para personas vulnerables.
Lo cierto es que la presión asistencial a causa del coronavirus vuelve a los hospitales españoles, como se pone de manifiesto en lo que está ocurriendo en Madrid y Barcelona.
En varios de ellos han tenido que activarse de forma rigurosa los circuitos entre pacientes covid y no covid con espacios propios para tratar de garantizar esos circuitos y poder seguir manteniendo la actividad sanitaria normal. De nuevo, plantas de hospitalización covid, que prácticamente ya habían desaparecido, vuelven a ponerse en marcha. Los espacios covid de esos hospitales empiezan a estar colapsados y vuelven a darse situaciones de esperas en las urgencias esperando a que se produzcan altas en una cama covid.
Y comienza a afectarse el personal sanitario. Otra vez decenas de integrantes del personal asistencial de primera línea están de baja por contagio y la situación se complica especialmente por coincidir con la posibilidad de reducir actividad por el periodo estival y la falta de personal para sustituir a quien se va de vacaciones. Vuelve a flotar en el ambiente la posibilidad real de suspensión de vacaciones al personal sanitario.
Y el verano acaba de empezar. Empieza una vez más el puzzle de cómo encajarlo todo para hacer las cosas lo mejor posible tanto para los pacientes con covid como para todos aquellos otros que no lo tienen y aquellos que vieron su atención retrasada por culpa de las anteriores oleadas y que comienzan a atisbar que, de nuevo, no van a ser atendidos. Y han comenzado también los eventos multitudinarios con contactos estrechos, es decir, mayor riesgo de contagio.
Y ¿cómo no? Los profesionales de nuevo son los paganos de la situación. Los profesionales que no saben si va a ser posible que puedan llevarlo mejor que las veces anteriores más allá de su sensación (real) de agotamiento, sin olvidar que seguimos con cifras terribles de 3.000 muertos al mes más de lo esperable.
El Gobierno de Pedro Sánchez no ha acometido ningún cambio para mejorar el abordaje de la situación pandémica, la eficiencia en la gestión de los hospitales o la disponibilidad de profesionales mejorando sus condiciones laborales. Ninguno. Eso sí, se atreve con 67.300 mentiras acerca de hacer fijos a sanitarios porque desde La Moncloa no se va a estabilizar nada ni a nadie; en todo caso son las comunidades autónomas las que deberán abordar las ofertas de empleo para el personal temporal.
Y qué decir del Gobierno de Cantabria. Aquí, con autoalabarnos tenemos bastante. Mantener constante la mentira de que ha sido la comunidad donde más vidas se han salvado parece haberse convertido en su único objetivo. Todo lo más que hacen es insistir en que otros, la sociedad, siga tomando medidas preventivas. Lo de tomar medidas en serio para que los centros del Servicio Cántabro de Salud, en vez de limitarse a atender lo que llegue, se adapten al covid no va con ellos. No, lo suyo es la publicidad y la propaganda y distraer con fuegos de artificio.
Afortunadamente para los ciudadanos, los profesionales sanitarios sí que están para lo que haya que hacer, pero no se engañen porque, como en todo, llega un momento en el que la situación es insoportable y la brecha de desconfianza abierta por la falta de soluciones no augura un futuro alentador. En ese futuro, quien gobierne y tenga la responsabilidad de reconducir el sistema sanitario habrá en primer lugar de lograr que los profesionales recuperen su dignidad y confianza para abordar los cambios y reformas que todo el mundo considera imprescindibles en la sanidad cántabra y española y que tanto socialistas como regionalistas no tienen ni quieren tener en su agenda.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.