Crisis a la carta en plena pandemia
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La remodelación del Gobierno responde a las circuntancias e intereses personales y políticos de sus protagonistas y del PRC, más que a la necesidad de un nuevo impulso en una difícil situaciónSecciones
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La remodelación del Gobierno responde a las circuntancias e intereses personales y políticos de sus protagonistas y del PRC, más que a la necesidad de un nuevo impulso en una difícil situaciónEl sigilo en los preparativos y la ejecución fulminante son dos características muy básicas de cualquier crisis de gobierno, hasta el punto de que ... en los viejos tiempos muchas veces los afectados se enteraban cuando llegaba el motorista con los hechos consumados. En Cantabria, sin embargo, funciona de forma diferente. La remodelación que ahora materializa el presidente Revilla en la parcela gubernamental del PRC es desde hace dos o tres meses el asunto de conversación recurrente en los partidos políticos, en las oficinas de las administraciones, en las empresas, en las tertulias y en todos los foros y mentideros de la región, con los minuciosos pormenores de los cambios y entre ingeniosos chistes sobre los trajes y las tarjetas de visitas que ya tienen encargados los aspirantes a estrenar cargo. Habrá quien piense que no es buena idea acometer una crisis de Gobierno cuando más arrecia la pandemia, eso de cambiar de caballo en medio de la corriente al cruzar el río no suele ser aconsejable, pero es que en realidad los cambios, perfilados hace ya mucho tiempo, tienen poco que ver con el virus.
Teóricamente la remodelación en un Gobierno, que presenta claras señales de fatiga y lentitud de reflejos a la hora de anticipar los problemas como en el arranque del proceso de vacunación, debiera perseguir un impulso de la gestión en una situación crítica en lo sanitario y en lo económico. Sin embargo, esto más bien parece una crisis a la carta que responde a las circunstancias e intereses políticos y personales de sus protagonistas y del PRC. Entre los abundantes dimes y diretes de las últimas semanas, emerge una duda muy compartida: ¿Resulta estimulante una crisis de gobierno que empieza por perder al ejecutivo mejor valorado de todos los que están vinculados a la Administración en Cantabria, el presidente del Puerto de Santander, Jaime González? Esa reflexión ya se la han hecho llegar a Revilla empresarios importantes, pero el presidente insiste en que no ha podido retenerlo. En algún momento se le pidió a González que se hiciera cargo de la dirección del tan anhelado como incierto proyecto del centro logístico de La Pasiega, pero el presidente portuario no estaba por la labor. En su nuevo ciclo vital prefiere volver al sector privado de la logística del que procede.
El consejero de Industria, Francisco Martín, se hace cargo del Puerto. No es la primera vez que trasciende su interés por ocupar el cargo, por ejemplo en el inicio de la actual legislatura, pero eso no era muy factible mientras González estuviese dispuesto a seguir. Martín, fichado por Revilla como 'consejero estrella' en 2015, abandona el Gobierno y a cambio recibe el 'caramelo' tan apetecido por la clase política.
El 'puzle' de la crisis lo remata Francisco Javier Marcano, que vuelve al Gobierno, lo cual tenía en vilo a sus muchos partidarios en las filas del PRC, dentro y fuera de la poderosa Agrupación de Torrelavega que él mismo lidera. Marcano obtiene por fin la reparación moral que exigía a su partido después de solventar los problemas judiciales que le obligaron a renunciar al Ejecutivo para que Podemos permitiese la investidura de Revilla en 2015. «Javier está otra vez en el Gobierno y vuelve a contar para la sucesión de Revilla», celebran los incondicionales de Marcano, que apoyan a su paladín en la disputa de una herencia tan incierta como es el futuro liderazgo del regionalismo, frente a otros aspirantes más jóvenes.
Marcano dirigirá Industria y quizá asuma también Turismo, que ahora está en la misma cartera que Educación, un 'pastiche' encajado con calzador que nadie entiende. Este arreglo podría tener un efecto pacificador en las revueltas aguas de la hostelería y el turismo, un sector en el que Marcano tiene, en general, buen predicamento por su gestión en la etapa anterior. Otra cosa es que esta vez pueda disponer de recursos suficientes para enderezar el rumbo.
Hasta en esta crisis se verifica la teoría de los dos Gobiernos en uno constatado tantas veces durante los 13 años que PRC y PSOE han convivido en el poder. Los regionalistas acometen cambios relevantes en su parcela y los socialistas despachan el bochornoso arranque del proceso de vacunación, luego acelerado con un cambio de planes sobre la marcha, con unos cuantos ceses en el segundo y tercer niveles de la cadena de mando en el área sanitaria, como la directora de Salud Pública, Paloma Navas, y algunos de sus colaboradores. El clásico 'cortafuegos' para proteger a los jefes. Revilla, para eludir el fiasco, tira de una especialidad de la casa que consiste en que él no interviene en la gestión autónoma de sus consejeros. El vicepresidente Zuloaga también intenta que no le salpique demasiado el patinazo inicial de la Consejería de Sanidad y de su titular, Miguel Rodríguez, cuya cabeza piden la oposición del PP, Ciudadanos, Vox y hasta Izquierda Unida, socio del PSOE en el Gobierno de la nación, los hosteleros o algunos sindicatos sanitarios. Toca resistir, dicen los socialistas.
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