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Aunque se siguen manejando diferentes teorías de la conspiración acerca del origen del coronavirus, achacando la responsabilidad ahora a China, después a Estados Unidos, a ... veces a los dos juntos, acaba de aparecer un nuevo estudio que sugiere que la combinación de la mezcla genética y la selección evolutiva de secuencias genéticas casi idénticas entre coronavirus específicos de murciélago y pangolín puede haber impulsado la evolución del SARS-CoV-2 y facilitado el salto entre especies que acabó con su introducción en los seres humanos.
Los resultados también mostraron que una parte de la secuencia de aminoácidos de la proteína espiga del virus que contacta directamente con los receptores de las células huésped, designada con las siglas RBM, un componente que desempeña un papel clave en la entrada del virus en las células, se introdujo mediante la recombinación con los coronavirus de pangolín.
Aunque todavía no se ha podido determinar con total seguridad el origen preciso del SARS-CoV-2, este estudio deja claro que es necesario reducir o eliminar el contacto humano directo con animales salvajes con el fin de prevenir nuevas zoonosis en el futuro. Los autores del estudio determinan en sus conclusiones que la proximidad de diferentes especies en un entorno de mercado húmedo, por ejemplo, puede aumentar el potencial de infecciones cruzadas entre especies, al permitir la recombinación entre coronavirus más distantes y la aparición de mutaciones.
Al analizar 43 secuencias completas del genoma de tres cepas de coronavirus de murciélagos y pangolines, los científicos delinearon qué cepas eran más y menos similares al SARS-CoV-2, centrándose especialmente en los genes relacionados con la proteína espiga del virus. Encontraron pruebas de una fuerte selección evolutiva en torno a la RBM en los coronavirus de murciélagos, pangolines y humanos que estudiaron. Las secuencias de aminoácidos de estos virus y el SARS-CoV-2 eran idénticas o casi idénticas en las regiones adyacentes al RBM, lo que sugiere que las distintas cepas virales surgieron a partir de mecanismos evolutivos comunes.
En resumen, el salto entre especies se ha visto facilitado por la selección evolutiva y la recombinación frecuente entre coronavirus estrechamente relacionados de murciélagos, pangolines y humanos. Es mucho menos emocionante que las novelas de espías, pero es bueno saberlo si queremos estar preparados para las próximas pandemias que vendrán.
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