Un alcalde de Santander que defienda la educación

Solo un alcalde progresista en Santander puede ser aliado de esta transformación del sistema educativo. Y por eso me he comprometido en las últimas semanas, en caso de ganar las elecciones, a adoptar una serie de medidas como el servicio gratuito de madrugadores, para ayudar a las clases medias y trabajadoras a conciliar la vida laboral y familiar y aliviarles desde nuestras competencias de un gasto que ahora asumen desde las Ampas y que puede llegar a suponer un ahorro por familia con dos hijos escolarizados de hasta 1.000 euros por curso; la naturalización de los patios escolares, para que sean más verdes, diversos e inclusivos, y su apertura por las tardes, los fines de semana y en vacaciones, para que actúen como espacios de convivencia de los barrios, y los caminos escolares seguros para que los estudiantes vayan a la escuela con plena autonomía y en medios de transporte sostenibles, andando o en bicicleta. Cada vez que hemos hecho estas propuestas, Gema Igual se ha puesto de perfil, rechazando que todas estas medidas pueden ser de su competencia. También me he propuesto impulsar las aulas de 1 año, una medida que vela por la equidad en el aprendizaje más temprano. Fue el PSOE, con Eva Díaz Tezanos y con Ramón Ruiz en la Consejería de Educación, el que puso en marcha las aulas de 2 años. Cantabria hoy lidera en España, además de largo, la escolarización temprana. Las aulas de un año responden a la necesidad de garantizar una educación inclusiva y de calidad desde las primeras etapas de la vida, lo que facilita su posterior incorporación al sistema educativo y promueve su desarrollo integral. En estas aulas se trabaja con un enfoque pedagógico basado en el juego, la exploración y el aprendizaje cooperativo, favoreciendo el desarrollo cognitivo, emocional, social y motor de los niños y niñas. Por eso, si soy alcalde, quiero aulas de 1 año en Santander. Y me comprometo a impulsarlas en colaboración con el Gobierno de Cantabria y el Gobierno de España.

La necesidad de invertir en los colegios públicos, en los patios y en los edificios, en los caminos y en los entornos escolares, son mociones que ha presentado el PSOE esta legislatura al Pleno del Ayuntamiento de Santander y que el Partido Popular ha rechazado por sistema. Siempre con el argumento falso de que no es de su competencia. Y siempre con el silencio cómplice de una Consejería de Educación del PRC. El resultado, el uno por el otro, la casa sin barrer.

Ahora, a la desesperada por las encuestas internas que vislumbran la oportunidad de un cambio en la Alcaldía, vemos a la candidata del PP asumiendo los proyectos que hemos presentado desde el PSOE y que rechazaron, como 'Capital Verde' o la naturalización de los patios. Es el PP de siempre, ese mal estudiante que no ha dado un palo al agua en la legislatura y cuando llega al examen intenta copiar al compañero de pupitre. Ese PP de Santander que históricamente ridiculiza nuestros discursos y nuestras propuestas, para con el tiempo asumir todos los enunciados, vaciarlos de contenido y limitarlos a actuaciones meramente estéticas y propagandísticas, convirtiéndose en un auténtico freno de mano que impide o retrasa ad eternum la transformación que necesita nuestra ciudad.

El PSOE sí defiende la Educación. Me siento orgulloso de pertenecer al partido de los ministros José María Maravall, Alfredo Pérez Rubalcaba o Ángel Gabilondo. Y ahora Santander puede tener un alcalde del PSOE, como mejor aliado para la gran transformación urbana y social, para poner a la ciudad a punto para encarar los desafíos del siglo XXI.