Criterio renta

Eso nos recuerda el caso del bono social eléctrico y térmico para familias vulnerables y el debate de si conviene incorporarle el criterio renta, más allá de incluir a familias numerosas. Ello supone que, en roman paladino, cualquier medida ha de evaluarse dependiendo de su objetivo y para eso tiene que haber modelos y supuestos (representaciones simplificadas de la realidad con formas matemáticas y datos). Fuera de ellos lo que hay son juicios de valor que en estas semanas preelectorales condicionan todo polarizadamente («El que no está conmigo está contra mí»). Y es que la economía es sencilla de entender, pero unos y otros se encargan con tecnicismos enrevesados de hacerla inaccesible en cuanto a su comprensión. Por ello, casi nadie ha explicado si estas ayudas serán definitivas o temporales así como que no suelen incluir criterios de renta a fin de que las familias a las que más van destinadas y lo necesitan puedan solicitarlas pese a trámites burocráticos o fenómeno non take up (diferencia entre derechos teóricamente reconocidos y la realidad).

Volviendo a lo anterior: si se quiere redistribuir lo mejor es emplear transferencias directas según criterio renta sin que las ayudas estén vinculadas a un objetivo o ¿es que se quiere retrasar todo? Además, afirmar que una ayuda pública es más 'justa' si incluye criterios de renta revela un enfoque subjetivo en donde cualquier límite que se establezca genera incentivos y altera la toma de decisiones que los potenciales perceptores de estas ayudas asumirían en ausencia de ellas.

A esto último añadámosle que desde lo público los recursos son escasos y hemos de asegurar su uso eficiente ya que en economía 'nada es gratis'. Conseguir a la vez justicia y eficiencia no es fácil. Nada resulta más engañoso que un hecho evidente.