4 días

No todo es dinero, buscar poder o «todos van a lo suyo excepto yo, que voy a lo mío», inherentes al género humano. Vuelve estos días la propuesta de jornada laboral de '4 días' tan demandada por unos como no prioritaria para otros. Tanto si ... se quiere que sea utilizada como 'cortina de humo' o 'luz de gas' de otros asuntos capitales, como si nos centramos en experiencias de éxito empresariales (especialmente del ámbito tecnológico o comercial) en países desarrollados, nos uniríamos a una moda. A menos de dos horas de avión, en Inglaterra, esperan aprobar la semana de cuatro días voluntaria sin reducir horas (dejando trabajar 10 horas diarias durante cuatro días, en lugar de hacerlo ocho horas diarias a lo largo de cinco días), para permitir a los trabajadores tener el mismo sueldo. Es misma cantidad de trabajo, pero al trabajador le genera sentimiento de pertenencia (ayuda idem a retener talento a la empresa) y no gastará tanto en guardería o dedicará más tiempo a conciliar, ocio, mejorar calidad de vida, etc. 'Letra pequeña' es su no aplicabilidad a todo sector y trabajador, pues la presencialidad de cinco días por semana es válida en ámbitos como el educativo entre otros, además de que debería de consensuarse con la parte empresarial y tocaría de lleno en el 'fraude' en contratos temporales y economía sumergida tan distinto en lo anglosajón versus lo latino. ¿Y nosotros? «La verdad está ahí fuera», pero dice Harari en su libro 'Nexus', citando a George Orwell, que «la ignorancia es fuerza» y esa «idea ingenua de cómo nos dan la información» nos lleva al error proporcionándonos información parcial, análisis incorrectos o campañas de desinformación.