La importancia de vacunarse

Otoño ha traído no sólo el cambio abrupto meteorológico sino también un calendario de vacunaciones que incluye, las de Gripe, Covid, Herpes zóster, Virus del papiloma humano (VPH), bronquiolitis, meningococo B, etc. La decisión de vacunarse cuando no sea obligatorio nos lleva a dos cuestiones ... de interés. Una, cómo tomamos decisiones, siendo claves la enseñanza de Kahneman, Premio Nobel, que propuso que usamos al posicionarnos un sistema 1 como vía rápida y emocional, fruto de años de evolución, para ahorrar energía y tiempo, y un sistema 2 «lento y racional», siendo ambos sistemas capaces de superar sesgos cognitivos al 'recomendarnos' la bondad preventiva de vacunarnos. Y es que aún no estamos, frente a otros países, aplicando técnicas de nudging ('incentivos') para cumplir objetivos de salud pública como cuando Nueva York decretó la obligación de vacunarse si se quería acceder a ciertos lugares, etc. Segunda cuestión: queda 'Camino de Santiago' por recorrer a fin de aportar mejores métricas del impacto real de las vacunas en salud y reducción de otros indicadores de 'dineros': evitar hospitalizaciones y 'presión' en primaria, morbilidad, complicaciones y mortalidad, etc. Es clave no sólo la monitorización aleatoria de cuanto beneficio social aportan las vacunas sino también usar los registros sanitarios e innovaciones digitales a fin de calibrar a cuántos pacientes se les evitan complicaciones hospitalarias (dado que a cada grupo de edad le impacta distinto cada enfermedad) y por qué causa. Y es que dichas dolencias no solo provocan cargas económicas importantes en términos de recursos sanitarios y costes sino que además pueden causar pérdidas de autonomía y movilidad en los pacientes. Por todo ello, es fundamental apostar decididamente por más estrategias de prevención como es el caso de la vacunación. Dado que con la crisis de hace diez años una de las áreas más afectadas fue salud pública, es buen momento ahora que la economía se espera crezca en 2024 entorno al 2% para aumentar significativamente la inversión en vacunas pues el consenso científico nos demuestra que, por cada euro invertido, son más de 22 los que se ahorra la sociedad en complicaciones directa o indirectamente. La importancia de invertir en salud debe ser prioritario.