La letra pequeña

Resulta clave la elasticidad o 'respuesta' de la conducta de los contribuyentes ante la reforma para conocer si se recaudará más en base al sistema de financiación autonómico o 'comodín' que lo posibilita (3.278,9 euros por cántabro es la mayor cifra del país). Se reduce linealmente el tipo IRPF aunque se basa en estar en la 'zona media nacional' (ninguna región 'paga' ya lo mismo que otra) y no haber grandes diferencias salvo en tramos altos de renta, donde figura Madrid y su 'competencia' en traslados de bases liquidables. La tarifa se simplifica y afecta a su progresividad pero quedan meses para percibirlo. Encaja en 'tocar' piezas del puzle fiscal lo de Patrimonio (con pérdidas recaudatorias 'limitadas', pero mirando al Impuesto de Grandes Fortunas), permitir deducciones (cambian la mayoría pero responden a qué se incentiva su efecto 'real' y casuística normativa) con incidencia específica según rentas, rebajar Transmisiones y Sucesiones, etc.

¿Cómo afectará? Falta ver la 'letra pequeña' si bien frente a 'gatopardismos' fiscales (que todo cambie, para que todo permanezca) toca echar números a defensores y detractores de la reforma para ver si cuadran cuentas y evitar crisis con subidas y bajadas bruscas de la economía. ¿Es esta reforma un punto de partida para negociar? Dependerá de la 'voluntad' y decisiones tomadas en base a la razón, emoción y contexto.