Fuego y barbarie

Este personaje es muy cinematográfico, y más concretamente hollywoodense. El típico ricachón egoísta que intenta salvarse a toda costa en medio del desastre, usando su fortuna para ello y pisoteando a los que le rodean si es necesario. Me pregunto qué haría cualquiera de nosotros en su lugar. Quién se resistiría a usar su fortuna cuando el barco se hunde, aunque ello conlleve dejar fuera a otro en el bote salvavidas.

Sin embargo, es barbarie encaminarnos a un modelo de sociedad jerarquizada en la que, cuando te estás achicharrando, se produce un proceso burocrático delirante en el que los bomberos van dilucidando si apagan el fuego de tu casa o no, en base a tus ingresos o averiguando antes si estás al corriente de los pagos del seguro y si éste cubre el siniestro en curso. De momento, muchos de los damnificados tendrán que lidiar con las aseguradoras, que ya están silbando y mirando a otro lado.