Identidad frágil

Me pregunto cómo se las van a arreglar en estos gobiernos sin las valiosas aportaciones del grupo de ultraderecha. Sin el cansino soniquete racista revestido de enaltecimiento hipócrita de la patria. Sin las mentiras y los bulos. Sin las continuas revisiones del pasado para blanquear la dictadura franquista, los malabarismos para negar la violencia machista ejercida contra la mujer, o la discriminación de colectivos marginados. Vaya hueco que dejan.

La inmigración plantea problemas y múltiples desafíos, pero sacudir la pajarera para sembrar odio al diferente y envenenar la convivencia no parece lo más inteligente. Porque si uno cree que puede frenar la inmigración con «más muros y menos moros» yo le diría que buena suerte, pero que aprenda a convivir con la frustración. O a tener que soportar que muchos consideren a Nico Williams y Lamine Yamal más españoles que los que tratan de vendernos a diario su discurso de odio.