Penélope y Jordi

La semana pasada, la actriz Penélope Cruz estuvo en un programa de máxima audiencia y durante su entrevista dedicó unos minutos a visibilizar la ELA. Para ello habló de Jordi Sabaté, enfermo de ELA, el cual apareció en pantalla desde su cama, con un tubo ... en la garganta para respirar, y con una máquina guiada por su iris para comunicarse, dado que no tiene movilidad. Jordi es un grande —pueden seguirlo en YouTube—, y acabó su intervención con una gran sonrisa y un ¡viva la vida!, salido de su máquina, que emocionó a todos. El gesto de Penélope Cruz, una gran actriz situada en la cima del mundo, de dedicarle a un enfermo como Jordi su tiempo, algo que no necesitaba ni tenía por qué hacer, dice mucho de su valía personal, algo que todos conocemos. Además, se dio la posibilidad al espectador de donar en favor de la investigación de la ELA que lleva a cabo el hospital Vall d'Hebron, y que se puede hacer en su página web. Y es este hecho altruista el que nos recuerda una verdad vergonzosa. Una gran actriz y un enfermo unidos para conseguir fondos para una investigación que no debería necesitar donativos para seguir adelante. Porque financiando investigaciones no conseguimos votos de nuestros socios en el congreso, ni en unas elecciones, y no abrimos ningún telediario en el que podamos soltar nuestro panfleto sonriendo a cámara. Un mal negocio este de las investigaciones, y en general el de la sanidad, a no ser que se vaya privatizando a la chita callando para llenar los bolsillos de nuestros amigos, que en eso ya están algunos si les dejamos. Y luego a los enfermos de ELA de Valdecilla les dicen que no hay recursos para su rehabilitación domiciliaria de mantenimiento. Se aceptan donativos.