El pie de Mireia

La semana pasada, surfeando en la playa cántabra de Ajo, Mireia perdió su pie ortopédico en el mar e hizo un llamamiento en redes sociales para encontrarlo, mostrando en un vídeo su prótesis desprovista del pie perdido, y siendo consciente de la dificultad que suponía.

Al día siguiente, vi un video de una Mireia sonriente con las manos a la espalda dando gracias a todos por el esfuerzo y por haberse volcado con lo suyo. Reconozco que no soy un fulano con la lágrima fácil ni que se ablande a la mínima, pero cuando Mireia mostró sus manos y en ellas estaba el pie perdido, mi corazón se encogió por un momento de emoción. Ese pie era un corte de mangas ante el hijoputismo reinante, una de esas pequeñas victorias en esta guerra perdida que es la vida. Al día siguiente, el mundo volvió a ser el mismo, pero ese día alguien encontró el pie de Mireia.