Secciones
Servicios
Destacamos
Hemos pasado la primera parte de los comicios electorales que teníamos por delante. Nos quedan las elecciones municipales, autonómicas y europeas. Un atracón que ... esperemos nos inmunice por un tiempo y, cumpliéndose los mandatos legales previstos, no haya elecciones anticipadas, algo que siendo democráticamente correcto no dejaría de ser muy desalentador. La campaña electoral de las generales ha sido larga, comenzó en el momento que Pedro Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno con la moción de censura hasta el sábado pasado, día de reflexión. A los ciudadanos nos ha parecido muy larga, con una información a través de los medios muy insistente.
Ha habido una sobreexposición de los políticos y, como suele decirse, el exceso de información produce ruido. Programas de ocio y medios de ámbitos ajenos a la política, en teoría, como los deportivos, eran también ventanas en las que se asomaban los candidatos con el deseo de llegar a los electores. De trazo grueso por momentos, con más descalificaciones y acusaciones recíprocas de mentirosos que explicación de contenidos de los programas, más parecía una discusión de taberna que de personas que van a legislar la vida de un país. Con una oratoria pobre que dejaba en evidencia la formación intelectual y la falta de respeto a sus rivales que no enemigos de muchos de ellos, las hemerotecas y videotecas se han llenado de promesas y dislates que sonrojarán a más de uno algún día. En fin.
Uno de los aspectos de los que más se ha hablado ha sido el de los dos grandes debates. Probablemente no influyeran tanto en el voto ya decidido o en el de los dudosos, pero sí se ha valorado como algo importante y necesario en todas las elecciones, incluso se ha hablado de la necesidad de incluir en la ley electoral la obligación de realizarlos y no dejarlos al albur del presidente de turno. Los ciudadanos nos fijamos no sólo en lo que dicen sino también en las expresiones en las que apoyan sus palabras. Es cierto que desde el punto de vista del respeto y el discurso ideológico han dejado mucho que desear y no han sido muy ejemplares, pero algo es algo. Pensaba yo al hilo de los días la posibilidad de un debate entre los candidatos a la alcaldía de Torrelavega. La cercanía y la relación personal entre los candidatos facilitaría un encuentro respetuoso en torno a los problemas de la ciudad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.