Déficit, deuda y regla de gasto: Cantabria vs. España
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La economía regional ha sido menos dinámica y un menor crecimiento demográfico nos ha desviado de la mediaLa Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) es una institución creada para, como su nombre da a entender, «velar por la sostenibilidad de las finanzas públicas como vía para asegurar el crecimiento económico y el bienestar de la sociedad española a medio y largo plazo». ... Entre las múltiples tareas que realiza en este sentido, una muy interesante es la publicación regular de un observatorio interactivo con información fiscal y macroeconómica de todas y cada una de nuestras comunidades autónomas.
Aprovechando la reciente actualización de este observatorio, me ha parecido oportuno establecer una comparación entre Cantabria y España en relación con cuatro magnitudes macroeconómicas básicas, y para el periodo 2018-2022: el déficit público, la deuda pública, el gasto computable a efectos de la regla del gasto, todas ellas expresadas como porcentaje del PIB, y la propia evolución del PIB.
En lo que atañe a la necesidad o capacidad de financiación, Cantabria ha experimentado una trayectoria un tanto singular porque, si bien es cierto que en los años 2018 y 2019 registró un déficit respectivo del 0,3 y 1%, en 2020 y 2021 anotó, en contra de lo que cabría esperar en unos años de profunda crisis (sobre todo en 2020), un superávit del 0,5 y 0,9%; las previsiones de la Airef apuntan a otro superávit del 0,7% para el año en curso. En contrapartida, en España se anotaron sendos déficits en todos los años mencionados (sólo en 2021 se registró un saldo nulo) y se prevé otro saldo negativo del 0,7% en 2022.
En cuanto a la evolución de la deuda pública, tres son los rasgos que, a mi juicio, son necesarios resaltar: el primero es que, en contra de las noticias un tanto alarmantes que a veces deslizan algunos partidos y medios, no se aprecia ninguna tendencia evolutiva clara; el segundo es que Cantabria ha experimentado durante el lustro analizado un comportamiento muy similar al del conjunto del país; y el tercero es que, en todo momento, la ratio de endeudamiento público regional se ha situado un poco por debajo de la nacional. A título meramente informativo cabe señalar que la citada ratio de deuda pública/PIB alcanzó su máximo, tanto en Cantabria como en España, en 2020 (26,0 y 27,1% respectivamente) y que, según las previsiones, anotará su mínimo en 2022, con porcentajes esperados del 22,1 y 24,3.
Así como los conceptos de déficit y deuda son bastantes conocidos, considero que el de la regla de gasto no lo es tanto. Por este motivo, y de acuerdo con la Airef, me parece oportuno recordar que la regla de gasto «es un instrumento de disciplina presupuestaria que trata de garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas» en un horizonte de medio plazo, «de manera que el crecimiento del gasto de las AA PP venga limitado por la capacidad de financiarlo con ingresos estables y sostenidos en el tiempo». Esta regla afecta a todas las AAPP, excepto a la Seguridad Social y, de acuerdo con ella, son computables todos los gastos excepto los de intereses, los no discrecionales por desempleo, los financiados con fondos finalistas de la UE y otras AA PP, las transferencias a las CC AA y CC LL vinculadas a los sistemas de financiación, y los gastos de inversión de las CC LL que sean financieramente sostenibles.
Pues bien, aunque tampoco en este caso se puede apreciar una trayectoria concreta, los porcentajes con relación al PIB suelen ser positivos (sólo es negativo en Cantabria en 2020 y se prevé que lo sea en España este año), pero extremadamente variables, lo que, teniendo seguro alguna justificación, produce, al menos en mi caso, una cierta sensación de falta de rigor y/o criterio.
Por último, hay que subrayar que la evolución del PIB, tanto la efectivamente registrada como la prevista por la Airef, no deja en buen lugar a nuestra comunidad autónoma pues, salvo en 2020 -el año más duro de la pandemia, en el que Cantabria sufrió una caída del 9,8% y España una del 10,8%-, la región cosechó registros positivos inferiores a los nacionales; esto, naturalmente, quiere decir que, de forma sistemática y en el conjunto del lustro analizado, la economía de Cantabria ha sido menos dinámica que la española y que sólo un menor crecimiento demográfico ha permitido y está permitiendo que nos desviemos más de la media española en términos de renta por habitante. ¿Tendrá algo que ver con esto la evolución del déficit arriba mencionada?
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