Demagogia o solidaridad

Noticia fresca, de portada, en Diario de Burgos: «La falta de inversiones en la AP-1 augura otro verano de retenciones». Después de tres años largos del 'quedabién' gubernamental, el tercer carril ni está ni se le espera; y los nuevos accesos, tampoco. Por tanto, derechitos al colapso en una autopista que funcionaba razonablemente. Colapso, gasto de carburante y más contaminación en las conexiones Burgos-País Vasco-Francia y Burgos-Miranda-valle del Ebro. Eso sí, el PSOE ganó las elecciones generales en Burgos en 2019. Quien diga que la demagogia no compensa a corto plazo tendrá que hacer una tesis doctoral para persuadirnos. Pero si compensa es porque los electores somos todavía un poder con más querer que saber.

Para Cantabria, reflexión. Las regiones que financiaron privadamente las infraestructuras disfrutaron de ellas muchas décadas antes que nosotros, y se convirtieron así en las zonas más pujantes, sin excepción. La colaboración concesional lleva generalmente, si hay buena planificación, a una gestión más sostenible que el cortoplacismo electoral. Burgos se seguirá atascando durante años, y las obras que hubieran pagado los conductores extranjeros y las empresas de logística las vamos a financiar los trabajadores, que además tendremos que apoquinar peajes para sostener las autovías libres que hemos estrenado, como en Cantabria, más tarde que nadie. Buen negocio: invita usted.