Más desafíos con menos presupuesto

La correosa negociación estuvo centrada esencialmente en el plan de recuperación de 750 mil millones de euros para afrontar las consecuencias del covid-19. En euros corrientes (considerando inflación), la dotación PAC se mantiene y supondrá en torno al 33% del MFP. Pero el sector agrario tendrá que encarar dos desafíos principales: la crisis económica tras la pandemia y los altos objetivos ambientales que se establecerán como parte del Acuerdo Verde Europeo. Ambos aspectos contribuyeron a sostener un presupuesto para la PAC. Así la UE dispondrá de un presupuesto de 1.074,3 miles de millones de euros para el período (en euros constantes 2018), reforzado por otro de recuperación de 750.000 millones.

La presidenta de la Comisión Europea ha reconocido ante el Parlamento Europeo (PE) que «es un presupuesto muy escaso». El PE, que tendrá que votarlo antes de concluir 2020, ya ha dicho que lo rechaza si no se realizan mejoras (el PE puede aceptarlo o rechazarlo, no enmendarlo). Entiende que, si bien el acuerdo presupuestario es un paso efectivo a corto plazo, los recortes en programas representativos (protección del clima, salud, transición digital, investigación, etc) son inaceptables.

La PAC tendrá una dotación de 258.594 millones de euros (constantes de 2018) para el primer pilar y 77.850 millones para el segundo pilar, en total 336.440 millones. Del presupuesto de recuperación se agregarán 7.500 millones al presupuesto del segundo pilar (no los 15.000 previstos). En total, 343.950 millones (de 2018) financiarán acciones PAC en el próximo septenio. La PAC actual (2014/2020) disponía de 373.000 millones de euros (en precios de 2011), 277.900 para el primer pilar y 95.100 para el segundo.

El fondo de recuperación de 750.000 millones se movilizará durante los primeros tres años del período 2021-2027 (70% en 2021 y 2022 y el resto en 2023). Los Estados Miembros (EE MM) elaborarán planes nacionales de recuperación que establecerán sus programas de reforma e inversión (pueden incluir el sector agrario).

En euros corrientes (suponiendo 2% de inflación) y en una UE de 27 estados, el presupuesto PAC 2021/2027 se mantiene respecto al del período 2014-2020, pero en euros constantes (de 2018) registra una reducción que, según Farm Europe, puede evaluarse en unos 39.000 millones de euros (-10,2%). Según sus expertos, un poco menos de la mitad de esta disminución puede ligarse al costo del 'Brexit' para la PAC. Consiguientemente, «incluido el plan de recuperación, se pide a los agricultores europeos que financien unos 20.000 millones de euros en otras políticas UE».

Durante el período 2021-2027, la PAC representará, según la digital francesa Agrapresse, alrededor del 33,1% del presupuesto comunitario (excluido el plan de recuperación); su participación será del 31% en 2027, (frente al 35,7% en 2021). Durante el período 2014-2020, representó 38.8%. Sigue declinando esa participación. Es el único bloque presupuestario sistemáticamente en descenso en los MFP. Que según se trate de euros de 2018 o corrientes, la PAC pierda financiación o se mantenga y que así lo reiteren las fuentes consultadas, con datos en la primera opción y sin ellos en la segunda, no deja de ser desconcertante. Nuestro ministro de Agricultura recalca, optimista, que estamos en presencia de «un acuerdo histórico». Están por medio 47.682 millones de euros para aplicar aquí la PAC en el período 2021-2027. «Las organizaciones profesionales agrarias (OPAS) y las CCAA nos hicieron una petición: no bajar de 47.500 millones. Ese fue nuestro objetivo y lo hemos cumplido». Pero ante interpretaciones contrarias del sector, no quiere entrar en discusiones sobre el método de cálculo. Porque las OPAS, sin fisuras, creen que hay menos financiación. Discrepancia manifiesta sobre los resultados para la agricultura del MFP y sobre el cálculo para demostrar cómo queda el presupuesto de la PAC, pues mientras el Ministerio reitera que se mantiene para España, las OPAS aseguran que la dotación se recorta, según ya expusieron fuentes de Asaja, COAG y UPA.

En cualquier caso, parece que el MAPA, tenga razón o no, debería explicarse mejor en defensa de su posición. Hay motivos para pensar que el acuerdo alcanzado es favorable para España y para el sector agrario, pero también los hay para lo contrario. Respecto a los planteamientos anteriores a la pandemia, el ministro puede mostrarse satisfecho, pues se han logrado más fondos y menos recortes de lo que se preveía. Pero también debe admitir que los habrá. El ambiente, tras los escasos resultados de las «tractoradas», es como para que el sector esté de uñas. Y, como dice el digital Agro-Información, el ministro «se equivoca al enfadarse con el mundo. O más bien, al enfadarse porque nadie les felicite».