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En el Partido Popular de Cantabria estamos preocupados, como la mayoría cántabros, por la realidad tan desfavorable que nuevamente hemos tenido que vivir con esta tercera ola y más aún con la imprevisibilidad que hemos sufrido y estamos sufriendo con la campaña de vacunación. Desde ... el comienzo de esta legislatura, pero sobre todo desde la comisión especial para el estudio del coronavirus, el Partido Popular ha presentado propuestas con ánimo constructivo (que otros copian) y seguiremos haciéndolo. Porque no entendemos otra forma de ejercer nuestro papel: control del gobierno e impulso de la actividad con propuestas factibles y viables.
Hace unos días propusimos un plan de vacunación con alto nivel de detalle. Parece que ahora otros se dan cuenta y hasta el propio Gobierno copia algunas cuestiones. Nuestra propuesta era un plan operativo con sus alternativas que permita tener la mayor eficacia en la vacunación, la única opción para luchar contra esta pandemia de forma definitiva.
Un plan público y transparente, que contemplase los criterios de priorización para que a los ciudadanos de Cantabria no les quede ninguna duda de que se está siguiendo escrupulosamente. Dicho plan habría de tener un minucioso diseño logístico (como garantía de seguridad para la vacunación) y un cronograma detallado de vacunación con una planificación que incluya qué hacer con las dosis sobrantes y que contemplase los requisitos de consentimiento. Proponíamos también que incluyera un meticuloso sistema de registro logístico para el control, la gestión de dosis y la logística inversa, y una gestión de operaciones para cumplir todos los criterios de eficacia y seguridad con un registro de vacunación informatizado para hacerse en la propia historia clínica electrónica donde también se registran los posibles efectos adversos. Finalmente, que dispusiera de un plan alternativo de contingencias con diversas alternativas a los diferentes escenarios que puedan irse dando.
Y además se hacía una propuesta operativa con cálculos de población a vacunar para el verano, recursos humanos y materiales necesarios. Incluso la posibilidad de articular centros de vacunación masiva en el caso que fueran necesarios.
No dudamos de que nuestro Servicio Cántabro de Salud pueda llevar a cabo la vacunación en los centros de salud como se hace con la gripe, pero conviene tener presente la enorme presión asistencial a que se ven sometidos y que los profesionales están extenuados. Además, el tiempo corre en contra nuestra y la demora en las vacunas nos obligará a recuperar el tiempo perdido. Necesitaremos, como ya hacen otros países, articular alternativas para alcanzar los objetivos de vacunación. Pero es que, además, desde el Partido Popular hemos venido desde hace meses advirtiendo de que el covid no ha acabado con las demás enfermedades, que hay cientos de pacientes que no están siendo tratados a causa de la pandemia y que hay muchas patologías ocultas sin diagnosticar por el retraso en las consultas y las pruebas diagnósticas.
Hemos reclamado sin éxito un plan extraordinario y urgente de diagnóstico y atención a las patologías no covid ocultas por la pandemia, programas para recuperar la actividad asistencial perdida, consultas, pruebas diagnósticas, cirugías... así como actuaciones complementarias de atención a las secuelas y consecuencias de los diagnósticos tardíos y los tratamientos no realizados fruto de las restricciones de actividad.
Esperamos que el Gobierno abra los ojos y nos escuche, aunque solo sea porque el debate sobre el retraso en la atención de las patologías no covid se ha puesto de moda.
Otras iniciativas como un plan de reordenación de recursos humanos en el Servicio Cántabro de Salud y el cumplimiento de compromisos adquiridos con los profesionales sanitarios supusieron una apuesta del PP para mejorar la situación. No menos importantes fueron las propuestas para desarrollar planes especiales para atajar las listas de espera, para la mejora de la Atención Primaria o para prestar atención especial a los enfermos crónicos víctimas también de esta pandemia.
En definitiva, una intensa actividad con propuestas serias y rigurosas que lamentablemente no han contado con el respaldo de los grupos políticos que sostienen al Gobierno y todas ellas (menos una) han sido rechazadas. Insensatamente el rodillo sin argumentos de PRC-PSOE ha sido aplastante. Los ciudadanos juzgarán los actos de quienes los representan.
En el Partido Popular no nos preocupa que otras formaciones se sumen e incluso copien nuestras iniciativas, como incluso el propio Gobierno ha hecho. Al contrario, nos sentimos satisfechos de que, aunque no se reconozca públicamente nuestra labor, las iniciativas que presentamos sean solventes y respondan a las necesidades de los ciudadanos de Cantabria. Los hechos demuestran que el Partido Popular no es la oposición que se centra en el «cuanto peor, mejor»; no es la oposición dedicada a «disparar balas», mucho menos a «lanzar puñaladas». No, los hechos demuestran lo contrario: que el PP ejerce una oposición leal y comprometida con la situación, con la lógica y legítima crítica cuando así lo consideramos, entendiendo que en este escenario de adversidad tenemos que ser parte de la solución como desde el principio asumimos y ofrecer alternativas posibles y factibles.
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