Ecoparadojas
CANTABRIA POSITIVA ·
No hay alternativas razonables a una gestión de la naturaleza que tenga en cuenta las consecuencias a largo plazo sobre los ecosistemasSecciones
Servicios
Destacamos
CANTABRIA POSITIVA ·
No hay alternativas razonables a una gestión de la naturaleza que tenga en cuenta las consecuencias a largo plazo sobre los ecosistemasUna australiana me preguntó en cierta ocasión cómo era posible que los españoles permitiéramos la tauromaquia. Tuve que contestarle que, sin ser nada taurino, para mí era claro que la supresión de la fiesta suprimiría inmediatamente las propias variedades del animal que presuntamente se querría ... proteger. Por no matar toros de lidia, se acabaría con ellos. Menudo éxito, la supervivencia cero del bicho a proteger. Así que hay que tener cuidado con las paradojas de la inocencia.
Se puede sostener filosóficamente el no comer carne. Claro, que hay que sostener también las consecuencias. Implicaría que habría unos pocos pollos, cerdos y vacas solo para mostrar a los turistas en Cabárceno. En cuando a los peces, moluscos y crustáceos, allá se las arreglasen. Su abundancia posiblemente incrementaría la población de la parte alta de la depredación, con más delfines, orcas, tiburones y demás. Una cuestión interesante es: sin ganado, ¿qué comerían los lobos y los buitres? ¿Se harían vegetarianos? ¿Deberíamos darles pistachos? No tendrían más remedio que aprovechar la fauna silvestre por debajo de sus poderes, es decir, herbívoros salvajes o aves silvestres que se dejen pillar. Pero para alimentar a poblaciones importantes de carnívoros deberían darse a su vez grandes poblaciones de herbívoros libres. En esas condiciones, sería difícil mantener una agricultura extensa con la que sustituir los nutrientes a los que, huyendo de la carne, habíamos renunciado. Las muchedumbres de herbívoros son muy 'destroyers' y tendrían su impacto. Improbable que funcione. Habría que admitir al menos el pescado, pero entonces querríamos sustituir con más pescado la carne y el vegetal terrestres que nos faltarían, y ya hay bastante sobrepesca. El jurel no lo consideraría ético.
No resulta nada convincente, salvo bajo la figura inapelable de un Yellowstone, pasar de un modelo agropecuario, compatible con especies silvestres protegidas, a otro en que desaparezca el ganado y haya que aceptar la proliferación desmesurada de herbívoros salvajes. Pues sin estos, y si los domésticos se evaporan porque nadie quiera ser en Cantabria ganadero del Far West, el carnívoro caminaría a su extinción. La naturaleza exige un pensamiento sistemático. El gobierno todavía no.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.