Más que agua

La compra por Aquadeus, materializada el pasado noviembre tras dos años de negociaciones con los propietarios, la familia Añíbarro, arroja luz sobre el futuro de la compañía. La nueva gestora de Manantial de Fuencaliente SA forma parte del Grupo Fuertes, una entidad con más de veinte empresas dedicadas a la alimentación que incluyen bodegas, queserías, embutidos, ganado, piensos y aguas, entre otros, con 6.500 empleos y su buque estrella, El Pozo. Aquadeus, que posee otros dos manantiales en Albacete y Granada, prevé invertir en los próximos meses 14 millones para modernizar la planta de Medio Cudeyo, que mantiene su gran calidad y la potencia de su caudal. Tal como declara su director general, Adrián Pérez, en la entrevista que hoy publica El Diario, tiene previsto no solo mantener la plantilla, sino aumentarla en una veintena de personas en un año y medio, y propone un proyecto a largo plazo, para incrementar la producción entre los 50 y 70 camiones diarios, unas diez veces más que la actual, mediante la renovación completa de la maquinaria. Su proyecto, que incluye además del área industrial, la comercial, el producto y la gestión del personal, parte de su conocimiento del mercado, y aspira a recuperar distribución y cuota de mercado en la mitad norte de la Península.

A partir de estos propósitos y a la espera de su cumplimiento, no cabe sino dar la bienvenida a Aquadeus y a su grupo a la región, para que consigan sacar adelante su proyecto y aquellos otros que puedan surgir en comunicación con la creciente industria agroalimentaria regional. Su aspiración no solo a mantener la marca, sino a impulsarla y volver a alcanzar gran relevancia con ella, merece un margen de confianza y todo el apoyo institucional. La presencia de un nuevo grupo empresarial en Cantabria es una oportunidad que no debe desaprovecharse sino, al estilo de las regiones propicias a la actividad empresarial, fomentarse de forma abierta. La escucha de sus necesidades, el establecimiento de un entorno logístico, laboral y fiscal propicio, y facilitar su integración en las redes económicas regionales para que la nueva compañía sea cada vez más cántabra, junto con el apoyo de las propias y de las iniciativas surgidas en el territorio, es la forma de construir y reforzar el entramado empresarial que fomenta el desarrollo de una comunidad. Porque es la iniciativa empresarial, con el concurso del empleador, la fuerza laboral y el capital lo que crea la riqueza de un entorno.