Contra la amnistía

Feijóo reivindicó ayer, en nombre de la dignidad democrática, tanto la celebración del acto de la plaza de Felipe II, como la presentación de su programa de gobierno ante el Congreso. Reivindicó el hecho de haber ganado las elecciones del 23 de julio mencionando dos veces que Pedro Sánchez continúa en la Moncloa a pesar de haberlas perdido. Pero sobre todo hizo un canto al éxito obtenido en los comicios locales y autonómicos del 28 de mayo bajo su liderazgo. La intervención también ayer del presidente en funciones en la Fiesta de la Rosa del PSC, en Gavá, señalando que los populares carecen de «sentido de la realidad», permite situar los términos de fondo en los que se desarrollarán las sesiones de mañana y el viernes en la Cámara baja: Feijóo insistiendo en que el mantenimiento de los principios heredados de la Transición es más importante que la búsqueda del poder –explicando así que no logre ser investido– y Sánchez haciendo gala de su suficiencia para maniobrar hacia la izquierda y hacia el independentismo como firme aspirante a que el Rey lo proponga candidato en un segundo intento de dar con un presidente. Frente a «la diversidad como pegamento de la nación» que ayer defendió Feijóo, trata de imponerse una España plurinacional que, realzando las diferencias, puede también generar más desigualdades. El problema para el país es que los dos grandes partidos se ven cada día más incapaces de hablar entre sí de ello.