Avances en igualdad

Es preciso también constatar los avances que efectivamente se han logrado, algunos de ellos notables, fruto tanto de la evolución de nuestra sociedad, a mayor o menor velocidad, como de la implantación de políticas al respecto, más o menos efectivas. La comparación de las historias personales de mujeres de distintas generaciones es nítida en cuanto a la evolución las oportunidades y derechos de los que cada una de ellas ha podido disfrutar, pero también es remarcable que el proceso discurre a menos velocidad de la que sería deseable. No hay que olvidar la, pese a todo, situación de privilegio en la que nos encontramos al compararnos con entornos políticos en los que perviven abismos de desigualdad, cuando no se hallan en franco retroceso. El progreso de las sociedades no es lineal, y en cuestiones de derechos y libertades bajar la guardia significa perder posiciones, especialmente en la actual tendencia hacia la autocracia que recorre el mundo.

Una de las mejoras, resaltada ayer en El Diario, es la confirmación de que nunca han trabajado tantas mujeres en Cantabria como en la actualidad, 122.701 en 2024, una cifra récord. Pero al desgranar los datos aparece que frente a los 6.000 hombres que lo hacen a tiempo parcial, son 25.000 las mujeres, y solo la mitad de ellas voluntariamente, frente a la totalidad de los varones que han elegido la jornada reducida. La diferencia salarial media anual, aunque va reduciéndose, sigue siendo superior a los cinco mil euros, un 20%.

Otro de los hitos en los que Cantabria es protagonista es la gran cantidad de altos cargos institucionales ejercidos por mujeres. Los recientes de Conchi López, rectora de la UC, María Pilar Villasante, primera teniente coronel de la Guardia Civil natural de la región, Inés Mier, directora de Cantur y Jara Martínez, decana de los ingenieros de Caminos, se suman a una larga lista, en la que muchas son pioneras en el cometido, encabezada por las presidentas del Gobierno y del Parlamento cántabros, la alcaldesa de Santander, la delegada del Gobierno, la consejera de Medio Rural y Ganadería, la jefa Superior de Policía y la presidenta de Vox. Una vez que una mujer alcanza una determinada función, el camino queda abierto y tras la primera vendrán otras con la mayor normalidad sin que tenga más relevancia si la ocupa un hombre o una mujer. Mientras queden zonas de difícil acceso para las mujeres, es necesario seguir destacándolo.