Secciones
Servicios
Destacamos
Las previsiones apuntan a que este verano el turismo podría batir récords en España, cuando ya en 2022 supuso el 61% del crecimiento de nuestro ... PIB. Ese año llegaron a nuestro país en torno a 72 millones de turistas, pero habían sido 83 millones en 2019, la cota que el sector espera superar al término del ejercicio. En medio de ese panorama, en el que el crecimiento de la economía española se pondrá a la cabeza de los países de la Unión gracias sobre todo al turismo, surge la preocupación sobre la incidencia que los fenómenos meteorológicos extremos pueden tener en su evolución. Preocupación que se extiende por toda la cuenca mediterránea. Olas de calor imprevisibles en el momento de contratar los viajes, la sequía y sus efectos sobre la provisión de agua, la producción de alimentos y sus costes, incendios casi imposibles de atajar, la desertificación junto a inundaciones más frecuentes y marejadas contra las playas. Según el servicio europeo Copernicus, la temperatura mediana del mar Mediterráneo acaba de alcanzar el récord de 28,4 grados, on las consecuencias que ello puede acarrear para el medio y su influencia en el clima. La oferta turística debe adecuarse a esas circunstancias, al tiempo que afronta los retos de la sostenibilidad –también frente a la saturación–, la digitalización y el incremento constante de su calidad.
España ofrece, en su diversidad, atractivos paisajísticos, culturales y de descanso que no están suficientemente expuestos en el mercado. Y que es preciso activar frente a una emergencia climática que irremisiblemente desplazará el turismo hacia el norte en toda Europa. A la vez que propiciará la búsqueda de oportunidades de realizar un viaje a lo largo del año, también gracias al aumento de la esperanza de vida. Las fluctuaciones en la economía global y las tensiones geopolíticas exigirán, en paralelo, estrategias de continua renovación de mercados para el turismo. El elevado peso del sector en el PIB español –que fue del 12,2% en 2022 frente, por ejemplo, el 16,9% de la industria– parecería contravenir la imprescindible transformación del modelo de producción y crecimiento español, predicada especialmente tras la crisis financiera de 2008. Lo atestiguaría la dedicación al turismo de tan solo el 5% de los fondos europeos movilizados a raíz de la crisis pandémica. Cuando de lo que se trata es de innovar más en el sector.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La palygorskita, los cimientos del vino rancio en Nava del Rey
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.