Secciones
Servicios
Destacamos
La huelga de los trabajadores de la asistencia en tierra que ha paralizado los grandes aeropuertos de Alemania es la última de las movilizaciones de ... este marzo especialmente conflictivo en un sector público que negocia convenio. El paro que ha atrapado a medio millón de viajeros y forzado a cancelar 127 vuelos en España introduce una nueva perturbación en el camino de Friedrich Merz para llegar a la cancillería federal. La victoria del líder de la CDU el 25 de febrero fue clara, pero insuficiente para afrontar los planes que ha dado a conocer en los últimos días. Nada menos que la ruptura con décadas de austeridad presupuestaria para invertir un billón en infraestructuras y defensa.
El acuerdo con el SPD sobre estos fondos, logrado en tiempo récord cuando ambas formaciones apenas han comenzado a perfilar su futuro Gobierno conjunto, debe ponerse en marcha contrarreloj antes de la conformación del nuevo Bundestag, el día 25. En la futura Cámara baja, cristianodemócratas y socialdemócratas no alcanzarían los dos tercios que exige la reforma constitucional para sortear el freno de la deuda; y afrontarían además el bloqueo ultra desde la derecha y la izquierda. Pero tampoco en el Parlamento saliente será tarea fácil, después de que ayer los Verdes amagaran con negar su apoyo imprescindible. Conscientes de que los ecologistas buscan encarecer su respaldo, las fuerzas de la futura 'gran coalición' adornan sus propuestas con sostenibilidad y apelaciones a la responsabilidad política.
La descalificación por parte de sectores económicos conservadores de la orientación social que contempla el futuro Ejecutivo –subida a 15 euros del salario mínimo, entre otras apuestas– incide en la necesidad de reformas estructurales; en particular la demanda empresarial de una drástica reducción de la burocracia a la que Merz se muestra abierto. El próximo jefe del Gobierno de Berlín confía en que el endurecimiento de la política migratoria, con el rechazo de solicitantes de asilo en la frontera y vuelos de deportación, le ayude a confluir con la corriente dominante en Europa y a restar oxígeno al empuje xenófobo de Alternativa para Alemania. No terminan aquí las urgencias, que reclaman liderazgo sólido en casa y en el conjunto de la UE a un canciller que, al menos en el plano retórico, se muestra ya muy consciente del desafío que supone lograr una paz justa y duradera en Ucrania con EE UU del lado de Putin.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.