Secciones
Servicios
Destacamos
El ataque llevado a cabo por Hamás contra Israel y, especialmente, contra los habitantes de localidades y kibutz próximos a la Franja de Gaza, mereció ... la condena y repulsa generalizadas de los grupos parlamentarios en España. Aunque los primeros días se hacían notar también los silencios en el extremo izquierdo del arco partidario. La respuesta de Israel, con el incesante bombardeo sobre edificios y áreas de Gaza en los que habitan familias, en ocasiones hacinadas, hizo que los silencios del fin de semana se volvieran indignación hacia esto último; y que algunas condenas a la actuación previa de Hamás se desvanecieran, a pesar de que con el paso de las horas se descubrían escenas espantosas de la matanza de israelíes. Las instituciones tienen el deber de pronunciarse, sin ambages, sobre acontecimientos tan aterradores. Sobre todo cuando suceden a tan poca distancia en términos geopolíticos. El ataque de Hamás fue una de las acciones terroristas más abominables en mucho tiempo, llevada a cabo por una organización terrorista. Ningún hecho anterior o posterior al 7 de octubre de 2023 podrá justificar nunca semejante horror. Ninguna causa puede legitimar más de 1.200 asesinatos de puro odio. El lunes, el martes y ayer pudieron verse, en distintas ciudades españolas, concentraciones con banderas palestinas que, cuando menos, trataban de hacer olvidar lo ocurrido el sábado y ocultar a sus autores.
La existencia dentro del Gobierno en funciones, y en las formaciones con las que el PSOE busca conformar una mayoría parlamentaria, de posturas reacias a expresar crítica alguna hacia cuanto tenga origen palestino, mientras toda actuación israelí se ve cuestionada de inmediato, descoloca al país en su conjunto. La ausencia de España de la declaración suscrita por EE UU, Reino Unido, Italia, Francia y Alemania requiere una explicación convincente por parte del Gobierno de Sánchez. Empezando por su posicionamiento respecto al contenido consensuado por los aliados. La denominada «mayoría de progreso» está trufada de actitudes que, como se vio con la cumbre de la OTAN en Madrid, en plena guerra de Putin, tratan de sortear la verdad de los hechos. Que la contraofensiva de Israel pudiera estar vulnerando la legalidad internacional no puede llevar a ningún demócrata a pasar por alto las atrocidades de Hamás, o a considerar que los llamados 'milicianos' son solo personas desesperadas. Y la negación del Estado de Israel no puede formar parte del ideario profundo de la izquierda democrática.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.