Secciones
Servicios
Destacamos
La Unión por el Mediterráneo se reunió ayer en Barcelona situando como asunto principal el conflicto palestino-israelí. La ausencia de Israel, por negarse a ... que su actuación sobre Gaza se convirtiera en objeto del encuentro, facilitó que se estableciera una aparente sintonía entre los representantes de ambas orillas. Pero de espaldas a uno de los países fundadores de la Conferencia. El esquema resultante de Barcelona se basaría en procurar un clima de paz mediante el sucesivo intercambio de secuestrados israelíes por presos palestinos y la suspensión durante ese tiempo de los bombardeos y de la incursión terrestre de Israel en Gaza. Mientras, Hamás sería orillada hasta que abandone el poder que ostenta en la Franja, que pasaría a la Autoridad Nacional Palestina, con sede hoy en Cisjordania, a cambio de que Israel renuncie a sus pretensiones de acabar con Hamás por la fuerza de las armas, tomar Gaza y expulsar de ese territorio a los palestinos que no se avengan a la ocupación, sobre la que no existe ni un consenso en el Estado hebreo, ni un plan definitivo por parte del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu. Tanto el objetivo de liquidar militarmente a Hamás como el de persuadir a ese y otros grupos islamistas de que dejen a los palestinos en manos de la Autoridad de Mahmud Abás resultan ilusorios. Aunque más esta segunda opción que la primera. La Autoridad Palestina tendría que verse tan asistida de complicidades políticas, recursos económicos y contingentes de personal para adquirir la forma de un Estado viable y fiable que requeriría un proyecto de ingeniería social a realizar a lo largo de años. Y sin interferencias en sentido opuesto por parte de Irán o de cualquiera de los países de Oriente Medio que considere una baza a su favor acoger a los responsables de Hamás. La muerte de tantos civiles inocentes es insoportable, pero la Unión por el Mediterráneo no alcanzará a serlo nunca sin Israel. Mucho menos si la Europa ribereña opta por prescindir de él para apuntarse a una hoja de ruta adanista que, entre otros aspectos de la cuestión, pasa por alto qué es en realidad la Autoridad Nacional Palestina. España no puede contribuir a la distensión en Oriente Medio dividida entre izquierdas y derechas. Eso no sería humanitario. España no está en condiciones de pergeñar la hoja de ruta que debería seguir Europa entera. Para eso Pedro Sánchez tendría que empezar por pasar página de la tensión diplomática generada en torno a su tardía visita a Israel, Cisjordania y Egipto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.