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Editorial

Indignación popular

Dar una respuesta eficaz a la catástrofe de la DANA es un desafío en el que el Estado no puede fracasar

Lunes, 4 de noviembre 2024, 07:12

El estallido de ira de vecinos de Paiporta, la zona cero de la DANA, que increparon ayer con gritos de «asesinos» e insultos a los Reyes, al presidente del Gobierno y al de la Generalitat valenciana y les arrojaron fango y distintos objetos, no solo ... retrata su mayúscula desesperación ante la mayor catástrofe natural que ha sufrido nuestro país. Esa insólita reacción de rabia e impotencia también evidencia la indignación de una ciudadanía frustrada con unas instituciones que, sobrepasadas por la dimensión de la tragedia o por la ineptitud para afrontarla con la exigible diligencia, han respondido tarde y sin la energía necesaria, y cuyos líderes han parecido por momentos más preocupados en endosar culpas a los demás que en remangarse para asumir sus propias responsabilidades en una emergencia nacional. Por no saber, ni siquiera han sabido transmitir la debida empatía con las víctimas. Mientras tanto, el recuento de muertos sigue creciendo, el misterio oficial sobre una cifra siquiera aproximada de desaparecidos hace temer lo peor y, seis días después, la ayuda llega todavía a cuentagotas a las zonas más devastadas pese a las bonitas palabras de las autoridades.

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