El nuevo MAS

Tras más de siete años de cierre, en una obra truncada por el incendio que alteró los planes previstos, el centro artístico actual, bajo la tutela y propiedad del Ayuntamiento, es decir, de la ciudad de Santander, inicia su nueva etapa bajo criterios museísticos actuales y, sobre todo, imbricado en un proyecto de gran alcance, como es el Santander cultural. Una serie de actuaciones en torno a manifestaciones culturales y artísticas que convergen en un enriquecimiento de la región como centro de referencia y como destino de primera línea.

Así, en un sucinto recordatorio cronológico según su contenido, estarían el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac), cuya nueva sede comienza a asentar sus cimientos en Puertochico, en un edificio llamado a ser enseña de las primeras manifestaciones artísticas, emblema de la región con sus cuevas Patrimonio de la Humanidad y sus centros vinculados. La colección de Banco Santander, que bajo la marca Faro Santander desarrolla la entidad en la sede histórica del Paseo de Pereda con otra construcción singular. La base documental del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el ingente Archivo Lafuente, uno de los mejores del mundo en su especialidad, que se alojará en el antiguo edificio del Banco de España, a punto de iniciar su remodelación. La Fundación y el Centro Botín, en pleno funcionamiento en el muelle santanderino. Las naves de Gamazo, con sus exposiciones de la Colección Enaire. Las entidades educativas de la Universidad de Cantabria, la UIMP, el Festival Internacional de Santander, la Fundación Albéniz, la actividad cultural del Puerto, la Fundación Comillas, junto con el resto del entramado sociocultural de la región, forman un conjunto, con las instituciones más representativas en primer término, pero con la capacidad de llegar hasta el último ciudadano de la región y de proyectarse fuera de ella.

La selección inicial expuesta en el MAS responde a la calidad de su colección, un conjunto magnífico que desde el simbólico 'Fernando VII' de Goya, iniciador de la época moderna y en buena medida precursor de la contemporánea, discurre por las piezas de Riancho, Iturrino, Blanchard, Miró, Solana y Cossío, así como de Quirós, Raba, Foz, Raba, Torner, Navarro-Baldeweg y Gruber, hasta el homenajeado Uslé, por citar solo algunos de los artistas representados. Pero que no puede quedarse ahí. Al margen de los problemas habidos por la cercanía de las elecciones europeas, con restricciones en las inauguraciones, el MAS debe dar, desde sus primeros pasos, muestra de su papel tractor en ese gran proyecto cultural cántabro, en comunicación creativa con las demás entidades y con una programación definida y sólida.