Pombo y el Cervantes

La indagación en lo personal y lo familiar, la crítica a los convencionalismos, la reflexión sobre la divinidad y lo religioso, el retrato de las maneras de la burguesía santanderina son algunos de los temas sobre los que Pombo desarrolla sus creaciones, a partir de su formación e interés por la filosofía y con el distanciamiento que aporta su afilada ironía cervantina. Esa que «exige que no te lo tengas creído», como explicó con irónica sorna en su intervención en la sede de la Real Academia Española tras la comunicación del galardón. El humor inteligente como tamiz de la realidad y comprensivo con el ser humano y sus limitaciones. Puro Cervantes.

El jurado, presidido por Luis Mateo Díez, destacó su personalidad creadora, su lírica singular y la capacidad de conmover y de indagar en los sentimientos que aporta su mundo literario. Como creador de envergadura, la obra de Pombo es reconocible a poco que se esté familiarizado en ella, pero a la vez cada una de sus criaturas es única y distinta. Desde los iniciales 'Protocolos' (1973), título que también adopta la recopilación de sus poemarios, hasta el último 'El exclaustrado' (2024), su trayectoria está tapizada de piezas singulares. Los 'Relatos de la falta de sustancia' (1977) planteaban ya esa preocupación tan propia y vigente. 'El héroe de las mansardas de Mansard' (1983) significó el deslumbramiento de Herralde y su reconocimiento en la Feria de Frankfurt. 'El metro de platino iridiado' (1990) obtuvo el Premio de la Crítica, en una vida dedicada con intensidad a la escritura en la que ha ido recogiendo todas las distinciones. 'Donde las mujeres' (1997), su obra más traducida, mereció el Nacional de Narrativa. 'La fortuna de Matilde Turpin' (2006), que recibió el Planeta, le llevó a un público más amplio. Tras la publicación de 'Santander, 1936' (2023) fue nombrado Cántabro del Año por El Diario Montañés.

Se suma Pombo a los otros Cervantes cántabros, Gerardo Diego, que lo fue en 1979, y José Hierro, en 1998. Como ellos, ha hecho de su huella local, universalidad. Las escenas familiares en el Muelle son plenamente reconocibles en su idiosincrasia de provincia, y a la vez, identificables en cualquier cultura. Las más de 18 obras traducidas a 13 idiomas dan fe de la trascendencia creativa de un santanderino universal, en el que su origen y raíces, que nunca ha abandonado, son la materia de un autor único y, a su manera, representante de lo mejor que nuestra región aporta al género humano.