Primeros pasos del Gobierno

El Partido Popular ha iniciado su vuelta al poder en Cantabria intentando pactos a dos bandas, con Vox y PRC, situados a ambos lados del espectro ideológico popular, con los que encontrará más facilidad que con el PSOE. Con los regionalistas ya lo han hecho en el acuerdo de investidura, y con Vox para derogar la Ley de Memoria Histórica y Democrática.

Un asunto central será la inminente negociación de los presupuestos de 2024, de los que ya han sido esbozadas algunas líneas y que llevarán como una de sus principales propuestas la reducción de los impuestos de Patrimonio e IRPF, así como algunas tasas en favor de zonas en riesgo de despoblamiento y de familias con hijos. De momento, ni PRC ni Vox se han mostrado a favor, aunque a medida que vayan desgranándose partidas como las relativas a los municipios, véase la anunciada esta semana sobre las viviendas de promoción pública, resultará más difícil la negativa regionalista, pues ayuntamientos a su cargo se verían favorecidos por tales inversiones.

Otra propuesta estrella, la lucha contra la burocracia, y que ha tomado cuerpo por ahora en la denominación de la consejería de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, a cargo de una persona de la confianza de la presidenta, Isabel Urrutia, ha sido muy bien recibida por el empresariado. Es demasiado pronto para comprobar sus resultados, pero el hecho es que en la misma estructura del gobierno no ha tenido lugar tal simplificación, pues mantiene prácticamente el centenar de altos cargos del Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla y Pablo Zuloaga.

En cuanto a los proyectos en marcha, el Gobierno popular ha asumido el centro logístico de La Pasiega y la nueva sede del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), dos equipamientos dispares con los que Revilla y Zuloaga hicieron bandera de su gestión. Es razonable no hacer tabla rasa y dar continuidad a ideas que beneficiarían a la región, por más que sea preciso hacer frente a dificultades económicas para sacarlos adelante.

En el ámbito sanitario, la otra gran línea de actuación de Buruaga, tal como ha manifestado ella misma, y como demanda la sociedad en el campo de la gestión autonómica, no han conseguido llegar al pacto profesional puesto como objetivo para el arranque del mandato. El consejero César Pascual sí ha logrado pacificar las relaciones con los médicos para recuperar las operaciones por las tardes, así como solucionar las derivaciones de cirugías. La lucha contra las listas de espera es inaplazable: las personas pendientes de intervención en Cantabria han subido hasta las 17.715 desde junio, 1.648 más. Significativa ha sido también la retractación de las desafortunadas declaraciones de Pascual respecto al copago sanitario en comparación con las tarifas aeronáuticas y sus privilegios.

Los primeros pasos del nuevo Gobierno cántabro incluyen la recuperación de relaciones fluidas con el Ayuntamiento de Santander, algo, el entendimiento entre administraciones, que no debería depender del color político de sus titulares, sino de la voluntad de allanar la gestión para servicio de los ciudadanos.