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Trump y la democracia

El expresidente de EE UU presenta como una persecución política su imputación, que demuestra la solidez del Estado de Derecho

Jueves, 15 de junio 2023, 07:14

El problema no es solo que Donald Trump, el primer expresidente de Estados Unidos procesado por delitos federales, el primero que se ha enfrentado a una causa penal y el primero condenado por abusos sexuales, se empeñe en presentar sus cuentas pendientes con la Justicia ... como la prueba de una supuesta caza de brujas contra él de una sistema corrupto. Ni que cuestione los fundamentos de la democracia norteamericana, que estaría a punto de dejar de serlo por esa imaginaria persecución política, el magnate acusado de intentar alterar los resultados electorales en Georgia y de impulsar el asalto al Capitolio para impedir la designación del candidato que ganó en las urnas, dos asuntos de la máxima gravedad por los que aún deberá comparecer ante los tribunales. El gran problema es que una parte significativa de la población de EE UU, formada por el grueso de los votantes del Partido Republicano, asuma sus patrañas populistas y apoye con entusiasmo su regreso al poder, lo que evidencia profundas heridas en el tejido social de la mayor potencia del planeta.

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