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Los expertos dicen que una presa como la de Kajovka, una de las más grandes de Europa, suele dar muestras antes de un colapso y esta no parecía haberlos dado. Los testigos hablan de una explosión que provocó en muy poco tiempo un desastre civil ... y desde luego medioambiental. 18,3 kilómetros cúbicos de agua que va hacia un valle que quedó inmediatamente inundado y que en unas horas llegó a Jersón, la población donde se lucha encarnizadamente. Nadie se pone de acuerdo sobre a quién beneficia más este desastre, pero Moscú y Kiev se acusan mutuamente de la autoría. La barrera geológica que quedará cuando las aguas desciendan será un desastre de dimensiones difíciles de evaluar, pero también hay que tener en cuenta la consecuencia de la imposibilidad de que este territorio embarrado sea transitable ni siquiera por los vehículos de guerra.

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