Encuestas prematuras

Aunque aún faltan seis meses para la cita electoral, los partidos ya empiezan a manejar sondeos o, como mínimo, estudios de tendencias. El más reciente, de noviembre, es del PRC. Un informe discreto, que solo conoce un grupo reducido de sus dirigentes y que muestra esa inclinación del voto en Cantabria de julio hasta ahora. El PRC, según él, se mantendría como primera fuerza, pero con un empate técnico con el PP, que subiría empujado por el 'efecto Feijoo'. La distancia entre ellos sería mínima, igualados en diputados. El PSOE apenas se movería y los tres escaños de Ciudadanos se repartirían entre PP y Vox, partido que mejoraría sus números de 2019 con un diputado más. Los regionalistas también calculan que la extrema izquierda entraría al Parlamento con un 5% muy justo, pero solo si Podemos e IU reconducen sus diferencias y se presentan en coalición. Todo esto, insisten en el partido, es solo una tendencia y la volatilidad en política, sobre todo a las puertas de las elecciones, es enorme. Será en febrero cuando el PRC haga un sondeo mayor y más fiable.

El resto de partidos no maneja estudios recientes. En parte, por la cantidad de dinero que supone. PP y PRC aseguran que una encuesta suele rondar los 10.000 euros, pero en Vox triplican esa cifra. Un estudio serio no baja de 30.000 euros, dicen. Por eso, Ciudadanos ha preferido esperar hasta después del congreso de refundación, a mediados de enero, para preguntar en la calle si el horizonte es tan negro como se prevé. Y Podemos lo aplazará también hasta esas fechas, pendiente de su alianza o no con Izquierda Unida.

En el PP, la última encuesta interna para Cantabria es de antes de la llegada de Feijoo, por lo que su fiabilidad es casi nula. En ella, lograban la victoria con 13-12 diputados, frente a los 12-11 del PRC. Casi tanta igualdad como prevén los regionalistas. Habrá que esperar al año que viene para ver números con un mínimo de fiabilidad. Si es que eso existe.