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La invitación del canciller Olaf Scholz a Pedro Sánchez para asistir al Consejo de Ministros alemán dedicado a analizar los problemas de suministro energético derivados de la guerra de Ucrania abre una ventana de oportunidad para sumar apoyos y superar obstáculos al gaseoducto entre España ... y Europa central (Midcat) a través de Francia. El gesto del canciller socialdemócrata supone un respaldo muy notable a la posición española y certifica la alianza de ambos países en favor del impulso a las interconexiones energéticas. Todo el mapa de proveedores, de los componentes del mix energético, del uso de la energía nuclear o las centrales de carbón o ciclo combinado, se han visto sometidos a un terremoto a raíz de la utilización del gas como arma de guerra por la Rusia de Putin. Pero aunque Alemania sea el país más directamente perjudicado por el racionamiento de gas ruso, en la actual encrucijada necesita de todos los socios de la Unión y todos los socios necesitamos de Alemania. El futuro inmediato va a exigir medidas profundas e infraestructuras costosas para librar a Europa del yugo de la dependencia energética rusa y en ese contexto hay que situar el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de abordar la reforma estructural del mercado eléctrico para combatir los precios descontrolados.
La potencia regasificadora de España con seis plantas listas para gestionar un gran volumen de gas licuado convierte a nuestro país en un punto clave del nuevo mapa energético. Y a Sánchez le ofrece la oportunidad de recuperar el peso específico de España, perdido en los últimos años, en la toma de decisiones de los Veintisiete. En el terreno diplomático el presidente tiene la exigencia de recomponer las deterioradas relaciones con Argelia y simultáneamente persuadir a Emmanuel Macron de que la infraestructura gasística que nuestro país reclama no va a restar protagonismo comercial a Francia sino que, beneficiando a los países centroeuropeos, la Unión en conjunto saldrá ganando.
Los problemas de la demanda de energía se han convertido en una cuestión de Estado que también interpela a los partidos de la oposición. El PP parece dispuesto a sumar fuerzas con el Ejecutivo si se tienen en cuenta algunas de sus aportaciones. Pero, con todo, no debería regatear esfuerzos para aportar su influencia en el Partido Popular Europeo para hacer lobby en favor del Midcat y vencer la resistencia del país galo.
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