Enfermedades erradicadas

En sus últimos cien años de existencia, se calcula que la viruela provocó alrededor de 500 millones de muertes, a lo que hay que sumar las secuelas que dejaba la enfermedad. Los datos dan una idea de la importancia de erradicar una enfermedad para la que existía un remedio; sin embargo, la viruela no se ha declarado erradicada hasta 1980. ¿El motivo? Cada país realizaba sus propias campañas de vacunación.

En 1958, Víktor Zhdánov, viceministro de Salud de la Unión Soviética, propuso a la Asamblea Mundial de la Salud una iniciativa global conjunta para erradicar la viruela, con campañas mundiales de vacunación, que fue rápidamente aceptada. El 26 de octubre de 1977, se detectó el último caso de viruela contraída de manera natural, en la localidad de Merca, en Somalia.

Con la enfermedad erradicada en todo el mundo, se suspendió la vacunación habitual de toda la población porque ya no había necesidad de prevenirla. Actualmente, el virus variola, causante de la enfermedad, solamente se conserva en estado criogénico en dos laboratorios, en el Instituto VECTOR de Novosibirsk y en el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta. Sin embargo, el peligro de que la viruela reaparezca no es nulo: por una parte, pueden haber quedado muestras sin declarar en algún laboratorio; y por otra, se ha podido aislar el virus en la momia de un niño del siglo XVII descubierta en una iglesia de Lituania, o en unos cadáveres congelados desenterrados en Siberia en 2004.

La enseñanza más importante que debemos sacar de esta historia es la tremenda dificultad que entraña erradicar una enfermedad, incluso cuando se cuenta con las armas adecuadas. Solamente dos enfermedades han sido erradicadas debido a la acción del hombre, la viruela en 1980 y la peste bovina en 2010, tras una campaña que comenzó en 1994. En ambos casos, se trató de un esfuerzo de varios años, y que requirió del esfuerzo conjunto de todas las naciones de la Tierra.

Es posible que las campañas de vacunación contra el covid-19 terminen por erradicar el coronavirus, pero ese es un objetivo a largo plazo. Y mientras llega, no debemos relajarnos con las medidas de seguridad que todos conocemos: todavía nos jugamos mucho en este envite.