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Entre los motivos por los que mucha gente se va alejando de las salas de cine, creo que no debe subestimarse el hecho de que una mayoría de las películas que hoy se proyectan versen sobre hechos reales. Es un fenómeno similar al del auge ... de las novelas históricas o de investigación. Se hace ese tipo de cine o se escribe ese género de narrativa porque su supone que el público quiere dos cosas por el precio de una: que le entretengan con una historia bien contada y que le informen sobre algo verdadero, que ensanche su saber. Ocurre, sin embargo, que esa doble ganancia a muchos nos suele dejar fríos, porque sabemos que el cineasta y el novelista, en su pretensión de ofrecer un producto artístico, por más que trabajen con respeto a los datos reales, se despeñan inevitablemente por el precipicio de la subjetividad, cuando no por el de la tendenciosidad, y la obra resultante oculta mal su apaño, su textura de medias verdades, que, como todo el mundo sabe, son las peores mentiras.

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eldiariomontanes Una película y un milagro