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Esta semana se ha formalizado la candidatura de la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, para presidir el Eurogrupo. Sin duda, en caso de ser elegida el próximo día 9 de julio como sucesora de Mario Centeno al frente de la jefatura de los ministros ... de la Eurozona, sería una buena noticia para España. En primer lugar, porque por primera vez nuestro país asumiría tal reto y, en segundo lugar, por el hecho de que sea una mujer, profesional altamente cualificada, la que ocupe dicho puesto. Esta candidatura llega en un momento clave de la Unión Europea, cuando se están negociando al detalle los nuevos presupuestos europeos para el período 2021-2027. Se trata de un marco financiero dotado con 1,85 billones de euros que se distribuirán a través de programas clave de la UE.
A esto se suma, además, el Instrumento Europeo de Recuperación de Emergencia (Next Generation EU), presentado a finales de mayo por Ursula von der Leyen. Se trata de un ambicioso plan dotado con 750.000 millones de euros recaudados en los mercados financieros, que se canalizarán a través del presupuesto de la UE a los Estados miembros, para apoyar prioridades de inversión y reforma.
El anuncio de la Comisión Europea de este plan constituye un acicate para la economía europea tras la pandemia de covid-19. Es un paso histórico hacia una Unión más eficiente, especialmente si se compara con la escasa respuesta del bloque tras la crisis financiera de 2007-08. La estructura de este plan de recuperación, que incluye 500.000 millones de euros en subvenciones para las regiones más afectadas, supondría una importante mejora, si la analizamos en términos de solidaridad, dentro de la UE.
Ahora bien, el acceso al grueso de la financiación de la UE bajo el esquema de este fondo está sujeto a la adopción de medidas preliminares por parte de los Estados miembros. Estos tendrán que elaborar planes nacionales de recuperación adaptados, que incluyan programas de inversión y reforma proyectados para los años venideros. Esto supone, sin duda, un reto para los Estados y, consecuentemente, para las regiones.
España sería, junto con Italia, uno de los principales beneficiarios del plan de recuperación. Según la Comisión Europea, nuestro país podría llegar a recibir hasta 140.000 millones de euros del fondo. La llegada de una cantidad tan grande de apoyo financiero (equivalente al 11,6% del PIB español en 2018) será fundamental para una economía como la nuestra, tan enfocada al sector servicios y, por lo tanto, fuertemente impactada por la pandemia.
En cuanto a Cantabria, es un momento adecuado para plantear una visión estratégica, de conjunto, que permita detonar iniciativas en áreas clave y relanzar la industria de la región. Apostemos por incentivar sectores estratégicos y de alto potencial, que a su vez nos permitan atraer más inversiones y generar valor añadido. Se trata de seguir la hoja de ruta ya marcada por la UE para el próximo periodo presupuestal 2021-2027, que ha establecido entre sus prioridades temáticas cuestiones como:
Una mayor digitalización en todo el territorio y a todos los niveles; lograr una Europa más verde y sostenible, lo que incluye apuestas como el impulso a un modelo industrial y económico bajo en carbono o el desarrollo de un modelo de economía circular; una mayor inversión en I+D+i que, a su vez, permita no sólo generar conocimiento y hacer más competitiva a nuestra región, sino también impulsar modelos de emprendimiento en zonas rurales afectadas por la despoblación (muchas veces motivada por la falta de oportunidades para nuestros jóvenes).
Conscientes del reto que tenemos delante, desde la Consejería de Economía del Gobierno de Cantabria ya estamos trabajando por diseñar una estrategia que permita atraer a la región la mayor cantidad de fondos europeos disponibles. Con el apoyo y la asistencia técnica de la Comisión Europea (Iniciativa Jaspers) y otros organismos internacionales (OCDE), estamos trabajando en diseñar planes que nos permitan aterrizar en el territorio este amplio abanico de opciones financieras y oportunidades de fondos y desarrollo de proyectos. Sin embargo, esta tarea no podemos hacerla solos. Es necesario un esfuerzo conjunto y articulado del Gobierno regional y del resto de actores sociales de la región.
Todos juntos podremos lograrlo pues los elementos parecen alinearse. La posible presencia de Nadia Calviño en los centros de decisión de la UE contribuirá a una mejor defensa de nuestros intereses. Si sabemos aprovechar esta oportunidad que nos ofrece Europa gracias al Instrumento de Recuperación y logramos delinear estrategias que nos permitan obtener el mayor número de fondos y proyectos europeos, nuestra región podrá convertirse en un referente. Es hora de que, entre todos, sumemos esfuerzos y hagamos un ejercicio reflexivo sobre dónde y cómo queremos ver a Cantabria en los próximos años. Si lo logramos, España y sin duda Cantabria, ganan.
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