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Ya me gustaría a mí hablar así de la España actual, pero no. Hablo sólo de una cualidad de los españoles. Hay muchos ejemplos históricos, pero vamos a concentrarnos en dos actuales. El primero, que conozco muy cercano, son los trasplantes. ¿Por qué España es ... líder mundial en trasplantes? Pues por los españoles; porque muchos países más desarrollados y con más presupuesto en Sanidad están por debajo de nosotros. Es la generosidad y entrega de los ciudadanos que han confiado en su sistema sanitario y lideran la donación de sus órganos en el mundo. ¿Y por qué España está liderando el porcentaje de vacunados contra el covid? Pues no es por el Gobierno, ni tampoco por el comité de expertos (?), ya que Gobierno, expertos y millones de vacunas tienen Alemania, Holanda, Suiza, Dinamarca, Francia, Reino Unido, EE UU... Es porque los españoles han confiado, en su gran mayoría, en las indicaciones y en la organización de los profesionales de su sistema sanitario autonómico, que han sido transmitidas correctamente por los medios de comunicación, y saben que no vacunarse les perjudica no sólo a ellos sino al resto de la población.
Europa amenaza otra vez con medidas de control frente al covid-19. Los hospitales vuelven a aumentar sus ingresos y también las UCI. Con los datos de resistencia a la vacuna y nuevas variantes, la inmunidad de grupo se sitúa cercana al 100%. En Europa somos 750 millones y todavía faltan más de 300 millones por vacunarse y por tanto son susceptibles de enfermar.
Así que la primera causa de este rebrote es la insuficiente vacunación. Pero eso no explica todo, ya que hay países como Portugal que, con más de un 90% de vacunados, se encuentra por encima de 140 casos por 100.000 /14 días.
En España, con un 88,9% de la población diana vacunada, a pesar de ser de los mejores de Europa -con cifras de entre el 70 y el 80%-, empezamos a sentir una amenaza en las Navidades con algunas comunidades autónomas por encima de 150 casos. España está mucho mejor, pero aún quedan cinco millones menores de doce años y cerca de cuatro millones que han rechazado vacunarse.
Es importante vacunar pronto a los niños, pues son igual de transmisores. En Estados Unidos la semana pasada se vacunaron un millón de niños de entre 5 y 11 años y los resultados demuestran gran eficacia y seguridad de la vacuna, con mínimos efectos secundarios.
La segunda razón es que las vacunas nunca son 100% efectivas, así que los vacunados pueden contagiarse, aunque menos que los no vacunados. Y además pierden efectividad con el tiempo. Hay estudios (también en España) que demuestran una disminución de un 40-60% de las respuestas de anticuerpos y la inmunidad de las células T al virus y sus variantes a los 6- 8 meses de la segunda dosis. Y coincidiendo con ello, un aumento de las infecciones. Es por eso que se ha recomendado una tercera dosis que consigue multiplicar por 10 la tasa de anticuerpos y reducir las infecciones un 90%, en todos los tramos de edad, en comparación con aquellos que recibieron dos dosis. Como ya he manifestado, mi opinión es que esa tercera dosis ha de generalizarse a todas las edades, y en especial a los sanitarios y los cuidadores, pero esto no coincide con la de excelentes profesionales que consideran que solo debe aplicarse a pacientes en riesgo y mayores de 60-70 años. Todo se andará.
Otra razón es que la variante delta es mucho más contagiosa. Y si a ello añadimos que en Europa el frío, que favorece la transmisión, ha llegado antes que en España, los contagios en interiores con escasa ventilación se han multiplicado.
Hay que recordar además que países como el Reino Unido y Dinamarca, ilusionados con el fin de la pandemia, eliminaron todas las medidas y ahora están en cifras de contagios por encima de 800. En España, los españoles afortunadamente no hemos creído eso de «hemos vencido al virus» o «que la sonrisa vuelva otra vez a nuestras calles» y muchos ciudadanos han continuado prudentemente bien protegidos con mascarillas en las calles y estadios y cumpliendo la recomendación en interiores. No obstante se trata principalmente de una epidemia de no vacunados que son los que ocupan ingresos hospitalarios y UVI.
En España, estamos en una situación muy favorable para superar la pandemia. Pero hay que seguir ampliando la población vacunada y decidiendo según los índices especialmente de hospitalización y UVI, pues las infecciones no tendrán gravedad en la mayoría de los vacunados sanos.
Seguimos pidiendo responsabilidad, mascarillas en interiores bien ventilados y distancias de grupos en el exterior. ¿Y si nos pilla el virus? Pues que nos coja bien vacunados.
¡Ay españoles...¡ Hace casi mil años que alguien nos dijo en el 'Cantar del Mio Cid': ¡Dios qué buen vassallo! ¡Si oviesse buen señor! Parece escrito hoy.
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