Acercando la realidad a los datos

Fernando Simón acaba de anunciar que se van a realizar las pruebas del coronavirus también a pacientes con síntomas leves. Se trata de seguir el ejemplo de Corea, donde se realizan 15.000 pruebas diarias, o Alemania, que ha dotado laboratorios para aumentar la capacidad hasta las 160.000 pruebas semanales. Evidentemente, haciendo más pruebas nos vamos a encontrar con muchos más positivos, pero también estaremos ante un panorama mucho más próximo a la realidad, y aumentará la fiabilidad de los datos. Como muestra, el dato de mortalidad, que ahora mismo está en el 4,36 %, bajará en proporción. Posiblemente, hasta datos similares a los de Corea y Alemania, que están en el 1 % y el 0,23 % respectivamente. Además, el diagnóstico precoz de los positivos permite cortar las cadenas de contagio, lo que puede ser fundamental a la hora de reducir la mortalidad.

El problema de base es que la prueba del coronavirus es una prueba genética que debe llevarse a cabo en un laboratorio. En condiciones ideales, se tardarían unas seis horas desde la llegada de la muestra hasta el diagnóstico, pero en este momento la carga de trabajo que tienen los laboratorios convierte ese dato en una quimera.

Afortunadamente, hay informaciones de que se han presentado ante los ministerios de Sanidad de China y Singapur pruebas de anticuerpos específicos, capaces de realizar el diagnóstico en 15 minutos a partir de una gota de sangre. Mientras seguimos esperando la vacuna o el tratamiento, cualquier herramienta que ayude en la lucha será bienvenida.