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Cantabria es uno de los paraísos mundiales de la espeleología, por lo que cada año llegan a nuestra comunidad numerosos deportistas y aficionados, algo que, en consecuencia, incrementa el riesgo de accidentes. Nuestro territorio destaca además por tener varias cuevas clasificadas entre las de mayor ... dificultad técnica del país, como Cueto-Coventosa, en Arredondo; la cueva del Valle, en Rasines; o la Tibia-Fresca, en Soba. El Gobierno de Cantabria es consciente de esta realidad y mantiene un mapa de riesgos espeleológicos actualizado, un instrumento que detalla las características de cada cavidad y los criterios de rescate: qué acceso es el más idóneo, dónde no existe visibilidad y la mejor ubicación para cada uno de los servicios de emergencia. Todo ello, con mapas y coordenadas cartográficas precisas, describiendo cada uno de los tramos y los tiempos parciales para su realización.
Una herramienta que es básica, pero que no sería nada sin la combinación imprescindible de un operativo de rescate complejo, formado por el Centro de Gestión de Emergencias 112, Guardia Civil, voluntarios de Protección Civil, técnicos de la Dirección General de Interior y un equipo altamente especializado: el equipo de espeleosocorro con el que cuenta el Gobierno cántabro para este tipo de rescates, uno de los mejores del país.
Su colaboración, tanto para los rescates como para actualizar toda la información de cada cavidad, son imprescindibles a la hora de actuar con garantías y éxito. En los últimos cinco años se han registrado una veintena de rescates en las cavidades cántabras, la gran mayoría por retrasos en la salida y, afortunadamente, no ha habido que registrar ninguna víctima mortal.
No son muchos, pero una sola de esas vidas ha merecido la pena y ha rentabilizado los esfuerzos previos de planificación y de organización. El turismo de aventura que atrae Cantabria es responsable y está preparado para el medio y sucesos de este tipo se deben mayormente a riesgos inherentes a la actividad como es el caso del rescate de los deportistas portugueses. Los técnicos que participan en los distintos rescates evalúan posteriormente los mismos, con el fin de clarificar la existencia manifiesta de algún tipo de irresponsabilidad. Con este fin, el Gobierno de Cantabria se servirá de los futuros mecanismos de las tasas de rescate para poder repercutirlas en casos muy concretos. Las cuevas son foco de atracción. Explorarlas tiene riesgos, lo saben los deportistas. Lo mejor es que no ocurra ninguna emergencia, pero si se produce, Cantabria está preparada para responder.
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