Llega el momento. Arranca una nueva temporada en el Palacio de Festivales de Cantabria. Iniciamos la programación con dos funciones (viernes 20 y sábado 21) de 'Macho grita', una propuesta escénica de Alberto San Juan. Será el primer paso de un intenso recorrido que nos ... llevará, sin interrupción, hasta las puertas del verano próximo.
Y esta es la primera idea que querría destacar: a diferencia de anteriores programaciones, la que comienza esta semana abarca el arco temporal completo, es decir, desde septiembre hasta junio. Se trata con ello de ofrecer la máxima unidad y coherencia, sin sacrificar la variedad. Porque encontraremos espectáculos de todo tipo –teatro, danza, música…– con exponentes de primera línea en cada una de las especialidades. Por citar algunos nombres: Compañía de Marta Graham (danza), Akamus y RIAS de Berlín ('La Pasión según San Mateo'), 'Música para Hitler' (estreno absoluto con Carlos Hipólito y Kiti Mánver), 'Diálogos de Carmelitas' (ópera), 'La verbena de la Paloma' (zarzuela), Sacristán, Alterio, Cámara, Cetra Barockorchester (Marcon), Emmanuelle Haim (Le Concert d'Astrée), Camarena, Petrenko, Savall, Rocío Molina, Malandain Ballet Biarritz, Chris McBride, Alcalá Norte, Ultraligera, Los Secretos, Tomatito, Juan Dávila, Goyo Jiménez, Wilburg…
«Trabajamos para hacer del Palacio, que es de todos, un recurso cultural cotidiano, cercano... Un artículo de primera necesidad»
Pero dicha ampliación del criterio temporal surge, en realidad, como necesidad derivada de otra consideración principal sobre la que se asienta el edificio entero de esta propuesta. La idea de «universos». El conjunto de la programación se ha construido no como una sucesión lineal de acontecimientos, sino mediante una visión transversal. Un diseño por el que lo puntual se disuelve en una constelación de conexiones que dan lugar a una suerte de organismos vivos, como árboles; formaciones variadas constituidas bajo criterios temáticos, culturales, históricos, estéticos.
Hablamos, por tanto, de espectáculos que crean universos. Setenta y cinco espectáculos y quince universos en total, estimulantes, enriquecedores, que alumbran emociones y aptos para diversos perfiles de público, sin importar demasiado su edad, su formación, la condición personal o el momento vital.
Lo anterior nos ha llevado, a su vez, a otras innovaciones, quizás secundarias, pero que considero también importantes y que podemos resumir en la revisión de todo lo que es interactuación con nuestro público: desde la introducción de propuestas en formatos distintos (por ejemplo, un cuarteto de cuerda en una mañana de sábado y en un espacio no convencional) hasta el diseño totalmente renovado del boletín de programación; desde la realización de un vídeo promocional que se exhibirá a lo largo del año en diferentes lugares (lo veremos en la pantalla gigante de Gamazo, por ejemplo) hasta la convocatoria de un buen número de proyecciones y conversaciones; desde el rediseño de nuestra web –más completa, funcional, amigable, práctica– hasta la implementación de un nuevo 'abono a la carta', que viene a sumarse a otros que siguen vigentes (general y por géneros), así como a los descuentos para amigos del Palacio, para jóvenes (que mejoramos), etcétera. No queremos que nadie se quede sin venir si tiene ganas.
Pero el objetivo último, lo que se pretende con todo lo mencionado, es incentivar la expansión de nuestro disfrute y nuestros gustos –los de todos, los de cada cual–, abrirnos a quizás nuevas experiencias culturales, artísticas, personales, también espirituales, mediante la relación, el cruce, el itinerario, la mezcla. Queremos que el Palacio sea cada vez más lugar de encuentro, de bienestar, por supuesto de entretenimiento, pero también de enriquecimiento social y espiritual para todos. Queremos ampliar, extender públicos. Por decirlo de manera gráfica, ayudar a que alguien que no haya pisado nunca el Palacio se anime a hacerlo, y que vuelva; que alguien a quien sólo le gusta la clásica se decida a dar oportunidad al teatro, a otras músicas o al circo; que el aficionado al humor se apunte alguna vez a la danza contemporánea, y viceversa. Trabajamos, en suma, para hacer del Palacio, que es de todos, un recurso cultural cada vez más dinámico, beneficioso, alineado con las preocupaciones actuales, cotidiano, cercano, inspirador, vivo. Un artículo de primera necesidad.
Y de ahí nuestro lema, también nuevo; ese que encabeza esta nota y que consta de tres poderosas palabras: 'Disfruta'. La cultura no tiene del todo sentido si no es, antes que nada, fuente de gozo, de bienestar, de alegría, de deleite. 'Cruza'. Animémonos a cruzar. Empezando por cruzar la calle y entrar en el Palacio. Es tuyo, es para ti. Y lo tienes ahí mismo. (Si Santander fuera una gran urbe, veríamos con claridad que el Palacio está en pleno centro. Como en pleno centro de Cantabria, también). Pero cruza además en otros muchos sentidos: prueba, amplía tus gustos, mezcla, interconecta tus experiencias... Y 'crece'. A través del disfrute y del cruce, ensancha tu enfoque, amplía tu sensibilidad, mira y oye más lejos, enriquece tu capacidad de comprensión, y no solo para lo artístico, también para escucharte mejor a ti, a los demás.
Sí, decididamente, esta frase es nuestra brújula y, al tiempo, expresa nuestro mejor deseo, el deseo de todo el equipo humano que hace cada día, con esfuerzo pero con ilusión, el Palacio de Festivales para ti: Disfruta, cruza, crece!
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