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Un día como hoy, el 1 de febrero de 1982, hace por tanto 40 años, entró en vigor la Ley Orgánica 8/1981 por la que la hasta entonces Provincia de Santander estrenaba su autonomía como región uniprovincial y recuperaba con tal motivo el viejo ... nombre de Cantabria.
Para ello se siguió el camino marcado por nuestra Carta Magna, para lo que el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal, cuya alcaldía ostentaba Ambrosio Calzada Hernández, a la sazón presidente provincial de UCD, aprobó, el 30 de abril de 1979, la primera solicitud de autonomía, petición a la que en muy poco tiempo se sumaron otros 86 ayuntamientos más, entre ellos Santander, cuyo alcalde, Juan Hormaechea Cazón, era también de UCD, superando así ampliamente los dos tercios de los mismos exigidos por la Constitución y que estos representasen a más de la mitad de la población de la provincia, petición también ratificada por la Diputación Provincial, presidida por José Antonio Rodríguez, igualmente de UCD, cumpliendo con ello todos los requisitos precisos para poder seguir el proceso iniciado.
Para llegar a tal situación fue decisivo el resultado electoral de las primeras elecciones democráticas municipales en los 102 ayuntamientos de nuestra provincia, celebradas en 1979, una vez aprobada la Constitución, dado que los ayuntamientos resultantes de las mismas eran los encargados de solicitar nuestra autonomía como región uniprovincial o bien pedir integrarnos en la de Castilla y León. Estas elecciones dieron lugar a un mapa político en el que 426 eran concejales de UCD, 202 eran del PSOE, 274 independientes, 81 del PRC, 26 del PCE y 35 de otros partidos. Esta composición municipal dio lugar a una Diputación Provincial formada por 18 diputados de UCD, 8 del PSOE y 1 del PRC, lo que tenía una gran transcendencia dado que la misma, junto a los 9 parlamentarios nacionales (6 de UCD y 3 del PSOE), formaría la Asamblea Mixta de Parlamentarios y Diputados Provinciales encargada de redactar el Estatuto de Autonomía. Esta asamblea, constituida formalmente el 10 de septiembre de 1979, bajo la presidencia de Justo de las Cuevas, aprobó el texto de nuestro Estatuto en junio de 1980, enviándolo seguidamente al Congreso de los Diputados. Por cierto, el día que se lo presentamos al presidente del Congreso, a la sazón Landelino Lavilla, nos dijo: «Supongo que esto ya lo conoce el presidente». Claro, le dijimos, pero lo que no le aclaramos es que nosotros nos referíamos al presidente de UCD mientras que él se refería al del Gobierno.
No fue fácil, ni mucho menos, su tramitación en el Congreso, pues no todos los diputados veían con buenos ojos nuestra autonomía fuera de la comunidad de Castilla y León, ya que decían, como así fue, que con nuestra decisión abríamos las puertas a que otras provincias planteasen constituirse en comunidad uniprovincial, lo que, en efecto, unas consiguieron, como fue el caso de La Rioja, y otras no, como fue el caso de León. No fue, por ello, un camino de rosas su andadura parlamentaria, mucho más después del intento de golpe de Estado del 23F en el que Castilla y León redobló sus esfuerzos por integrarnos en su comunidad. Sin embargo la firme voluntad de los tres ponentes por Cantabria en la Comisión Constitucional del Congreso, Justo de las Cuevas y Alberto Cuartas por UCD y Jaime Blanco por el PSOE, permitió sortear las dificultades que iban surgiendo hasta conseguir el apoyo del resto de diputados de ambas formaciones, tarea en la que participaron, de forma muy activa también, los otros dos diputados por nuestra Provincia, Ciriaco Díaz Porras de UCD y Juan Antonio Barragán del PSOE, así como los cuatro senadores, Leandro Valle, Ambrosio Calzada y Roberto Sáez de UCD y Mario García Oliva del PSOE.
Aprobado por fin el Estatuto de Autonomía en el Congreso de los Diputados el 15 de diciembre de 1981 y sancionado que fue por el Rey Juan Carlos el 30 de diciembre del mismo año, quedó listo para su publicación en el Boletín Oficial del Estado, lo que se hizo el 11 de enero de 1982, entrando en vigor el 1 de febrero del mismo año y con ello la Provincia de Santander se convirtió en la Comunidad Autónoma de Cantabria, a la vez que la provincia cambiaba su denominación para adoptar también el mismo nombre de la Comunidad.
Hoy, por tanto, hace cuarenta años que estrenamos nuestra andadura como comunidad autónoma, por lo que transcurridas estas cuatro décadas cabe preguntarse: ¿Hemos visto los cántabros cumplidas las expectativas que depositamos en nuestra autonomía? Esa pregunta seguro que tiene contrapuestas respuestas, por lo que limitémonos hoy a festejar nuestro cuarenta cumpleaños autonómico y dejemos su estudio para análisis de los expertos.
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