Secciones
Servicios
Destacamos
Si Eulalio Ferrer viviera tendría ahora cien años. Su biografía bien pudiera ser el argumento de una novela de éxito, de una película de acción intelectual o de un poema escrito para ensalzar las virtudes del conocimiento y la tenacidad. Precisamente, cuando se recuerda ... la figura del publicista santanderino por mor de la efeméride de su centenario, es eficaz ir a la esencia misma de su vida, al elemento vital que le salvó de la postración e iluminó su camino: el Quijote.
Para entender la pasión del exiliado español en tierras mexicanas hay que ir a la raíz. Cuenta Eulalio, en su libro 'Entre alambradas', que cuando era un joven, recién salido de la adolescencia, aunque madurado por la crueldad de la guerra civil y las penurias del exilio, que tras la derrota del ejército republicano quedó confinado en un campo de concentración francés, en las playas de Argelés-sur-Mer. Allí, en medio de la amargura de la derrota, cambio un paquete de cigarrillos a un compañero por un ejemplar del Quijote. Era una edición de la editorial Calleja. El volumen le sirvió como almohada y después lo leyó y releyó hasta desgastar el papel. El libro actuó a modo de salvavidas y quedó tan grabado en su mente que, durante toda su vida, la figura del Quijote y de Cervantes fue su guía y casi una obsesión.
Ferrer ha sido el gran publicista mexicano de la segunda mitad del siglo XX. Un hombre que mantuvo una intensa relación con el Quijote y con la figura del gran escritor de las letras hispanas: Miguel de Cervantes. Su admiración por la obra de Cervantes y su pasión por el Quijote ha producido dos fenómenos culturales de escala internacional: El primero crear una colección de cuadros, esculturas e imágenes con la figura del protagonista de la novela de Cervantes y, como resulta obligado, en compañía de su escudero Sancho. Durante toda su vida buscó creaciones artísticas sobre el Quijote así como ediciones de la obra, en todos los idiomas a los que ha sido traducida. Con los cientos de piezas logradas creó un museo que asentó en la ciudad Mexicana de Guanajuato, porque allí ya existía un culto a la figura del ingenioso hidalgo y se celebraban de manera anual coloquios de expertos en la figura de Cervantes.
Ferrer apoyó la iniciativa que ya estaba en marcha y potenció los encuentros cervantinos que, una vez cada año, reúnen en esa localidad a escritores, académicos, artistas y de manera singular a estudiosos de la figura de Cervantes. El museo iconográfico del Quijote es una auténtica joya, tanto por la singularidad de ser un centro monotemático, como por la cantidad y calidad de las obras. Este museo se inauguró en octubre del año 1987, con la firma entre los entonces presidentes de España, Felipe González y de México, Miguel de la Madrid.
Eulalio encontró en la obra de Cervantes su guía, en el momento más difícil de su vida y desde ese instante su trayectoria vital se unió a la figura del personaje cervantino. En Santander tenemos una escultura del caballero de la triste figura en El Sardinero. Una obra moderna que presenta a don Alonso Quijano a caballo, lanza en ristre y que fue donada por Ferrer.
Eulalio Ferrer llegó a México siendo un joven con ganas de trabajar, sin una gran formación, pero con ánimo emprendedor. Así logró abrirse camino en el mundo del cine, la representación artística y finalmente como el mejor publicista del país azteca. Puso en pie una compañía de publicidad, relaciones públicas y producciones cinematográficas que ha dejado huella en la historia. Su vinculación con España, y en especial con su ciudad, Santander, no se quebró nunca y, cuando la situación política lo permitió, volvió a Cantabria cada verano. De su mano vinieron a Santander escritores de la talla de Octavio Paz o Carlos Fuentes, patrocinó el premio más relevante de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y puso en pie un galardón literario para promocionar a nuevos valores.
Su inquietud por la literatura y la publicidad se plasmó en varios libros, desde su memorias del primer exilio, 'Entre alambradas', con el viaje desde Cataluña al sur de Francia, hasta su embarque en Burdeos para llegar a México. También ha escrito un buen número de libros sobre publicidad, sobre el idioma español y una novela. Destaca entre su obras un amplio tratado sobre la propaganda titulado 'De la lucha de clases a la lucha de frases', un ensayo acerca del mundo de los anuncios, del valor político de la propaganda y un análisis de la evolución del anuncio, como pieza fundamental del comercio moderno. También otros como 'El lenguaje de la publicidad', 'Información y comunicación' y otros muchos.
En México fue amigo de los grandes artistas de su época y ayudó a promocionar a estrellas mexicanas. El viernes pasado, en el Ateneo de Santander, se iniciaron los actos que a lo largo de este año se han programado para conmemorar el centenario de Ferrer. El colofón bien podría ser una exposición, en Santander y Madrid, de las piezas más singulares del museo iconográfico de El Quijote.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.